Detrás de Fast Charge están BMW, Porsche, Siemens, Allego y Phoenix Contact e-mobility. Juntas trabajan para desarrollar un proyecto de estación de carga que promete ser hasta nueve veces más rápida que las actuales.
Poco a poco se va reduciendo la altura de los obstáculos que ralentizar la popularización del coche eléctrico.
Contra el precio, llegan modelos más asequibles. Contra la escasez de puntos de carga, ayudas gubernamentales y legislaciones que aumentan su número. Y, contra los tiempos de recarga (demasiado elevados para algunos detractores de la electromovilidad), iniciativas como Fast Charge.
Fast Charge es un proyecto conjunto de BMW, Porsche, Siemens, Allego y Phoenix Contact e-mobility que trata de reducir los tiempos de carga desarrollando una estación hasta nueve veces más rápida que las actuales.
Según informan las cinco compañías implicadas, están trabajando en la creación de un punto de carga de 450 kilovatios de potencia, que permitiría que en solo tres minutos un coche eléctrico almacene energía para recorrer 100 kms y que en menos de 15 minutos una batería pase del 10% al 80% de su capacidad.
Trabajando desde 2016
El proyecto Fast Charge se inició hace un par de años. Tiene una financiación de 7,8 millones de euros que corre por cuenta del Ministerio Federal de Transporte e Infraestructura Digital.
Su objetivo es conseguir una reducción significativa de los tiempos de espera para recarga de los coches eléctricos.
La idea es que la nueva estación se pueda utilizar sin coste y está diseñada para la carga de vehículos eléctricos de diferentes marcas.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe