Con cerca de un 25% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en Europa, el transporte por carretera es uno de los principales focos de atención del proceso de descarbonización. De hecho, para cumplir con el objetivo de descarbonización en 2050, habrá de producirse una reducción del 90% de las emisiones del transporte en general.
En este sentido, EY ha presentado hoy en una jornada virtual su nuevo EY Mobility Center, una “think tank” cuyo objetivo es promover la movilidad sostenible, segura y conectada como palanca de recuperación económica, además de servir como un centro de debate, de opinión y de generación de contenido. La creación del centro llega en un momento en el que la pandemia ha acelerado algunos cambios que ya estaban en marcha y en el que el fondo Next Generation EU pone especial énfasis y prioriza las estrategias en el ámbito de la transición ecológica.
La presentación de EY Mobility Center ha contado con la participación de Maria José Rallo, Secretaria General de Transportes y Movilidad del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, y de José López-Tafall, Director General de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones.
María José Rallo ha puesto de manifiesto la importancia del transporte como factor esencial para el crecimiento económico de nuestro país y la conectividad de la ciudadanía. La Secretaria General de Transportes y Movilidad también ha profundizado en la Ley de Movilidad Sostenible y Financiación del Transporte, de la que ha dicho que es una ley de aspectos sociales que plantea la movilidad como un derecho de la ciudadanía.
Xavier Ferre, Socio responsable de Automoción y Transporte de EY, ha señalado durante el evento:
“La gestión de la movilidad es uno de los desafíos medioambientales y socioeconómicos más complejos y difíciles de nuestro tiempo. El reto es que los sistemas de movilidad, además de sostenibles, seguros y conectados sean también asequibles, accesibles y económicamente viables y, para ello, la toma de decisiones en el ámbito público, privado y social requieren de un enfoque integral e integrado con visión a largo plazo. La movilidad es una poderosa herramienta que brinda oportunidades tanto económicas, como laborales y sociales al conjunto de la población y es una palanca clave para la recuperación económica”.
Influencia de la pandemia en la movilidad eléctrica
Las ciudades han vivido un 2020 marcado por la desaparición durante un largo lapso de tiempo del tráfico de vehículos en sus calles. Esto ha dado como resultado una mejora de la calidad del aire, llegándose a reducir hasta en un 70% los niveles de dióxido de nitrógeno procedentes del tráfico.
Con esta situación, el reciente informe Accelerating fleet electrification in Europe, elaborado por EY y Eurelectric concluye que las flotas de vehículos son un claro candidato para impulsar la electrificación del transporte en Europa. Estas flotas, formadas por automóviles, furgonetas, autobuses y camiones operados por empresas privadas o administraciones públicas, aunque representan solo el 20% del parque de vehículos, suponen el 40% de todos los kilómetros recorridos en Europa y son responsables del 50% de las emisiones de dióxido de carbono del sector transporte. Entre las razones para su electrificación se encuentran, por ejemplo, los incentivos públicos y los descuentos aplicados a las ventas al por mayor, que aumentan el atractivo de las compras de vehículos eléctricos; así como la predictibilidad de las rutas de estas flotas que ayudaría a acelerar el despliegue geográfico de las infraestructuras de recarga.
Del mismo modo, el estudio estima que en Europa existen 213.000 puntos de recarga público, de los que solo el 14% son cargadores rápidos. Para cumplir con el objetivo europeo de contar con tres millones de puntos de recarga públicos en 2030 sería necesario multiplicar por 13 esta cifra.