El nuevo informe de Oliver Wyman “La futura estructura de la industria del automóvil – FAST 2030” muestra los grandes desafíos a los que tendrá que enfrentarse la industria del automóvil de aquí a 2030.
El informe avisa a los fabricantes de equipos originales (OEM) y a los proveedores convencionales de una avalancha de cambios que llegarán en un futuro próximo. Una oleada de nuevas tecnologías innovadoras y un comportamiento mejorado de los clientes en entornos digitales terminarán con el funcionamiento convencional de la industria del automóvil. Por ello, el informe contiene siete desafíos a los que los fabricantes y los proveedores globales deberán enfrentarse en los próximos años. Estos son: los vehículos conectados, los vehículos autónomos, la movilidad eléctrica, la industria digital, los nuevos canales de distribución de pago por uso, un cambio en la estructura de clientes y la mejora de la interfaz hombre-máquina.
Los futuros desafíos de la industria del automóvil
El primero de los cambios que observará la industria del automóvil es el cambio en la estructura de clientes, pasando de un sistema basado en el vehículo en propiedad a un sistema basado en el vehículo compartido, denominado “Movilidad bajo demanda”. El informe indica que, para 2040, se espera que en Europa aumente en un 95% el uso del vehículo compartido, tanto en alquiler como bajo demanda, en comparación con el uso del vehículo en propiedad, el avión o el tren. En EEUU este porcentaje llegará a representar un 114%, por debajo del 358% que se prevé que aumente el uso del vehículo compartido en China. Aun así se espera que el impacto global de esta tendencia en las ventas de vehículos en propiedad en 2025 sea muy limitado, en concreto se prevé una disminución de un 1% en el total de las ventas.
Pero el gran cambio al que asistirá la industria del automóvil será la consolidación de la movilidad eléctrica. El informe refleja un fuerte incremento de la movilidad eléctrica entre 2020 y 2025 debido al endurecimiento de la regulación de emisiones, lo que dará lugar a que más del 60% de las ventas de vehículos sean eléctricos. La electrificación de la industria del automóvil incidirá de forma diferente en cada una de las regiones de cara a 2030. En China, uno de cada tres automóviles vendidos será totalmente eléctrico debido a la fuerte regulación, mientras que en África y en Sudamérica no prevalecerán los coches eléctricos. En Europa se espera llegar a una cuota del 25% de vehículos eléctricos de batería y en Japón y EEUU se espera una proporción alta (60% aprox.) de vehículos híbridos.
Según Alejandro Gaffner, socio de Oliver Wyman en España, “la implantación de la movilidad eléctrica vendrá dada tanto de la mano de la regulación como de la reducción del coste de las baterías y de la implantación de una infraestructura de puntos de recarga lo suficientemente extensa como para poder atender a la demanda”.
el gran cambio al que asistirá la industria del automóvil será la consolidación de la movilidad eléctrica. El informe refleja un fuerte incremento de la movilidad eléctrica entre 2020 y 2025 debido al endurecimiento de la regulación de emisiones, lo que dará lugar a que más del 60% de las ventas de vehículos sean eléctricos.
Por otro lado, la conducción autónoma, aunque se halle todavía en sus primeras etapas, está llamada a alcanzar niveles de automatización completos entre 2025 y 2030. Según el informe, un 25% de todas las ventas de vehículos nuevos en 2030 serán vehículos equipados con sistemas de automatización parcial; solo el 15% de las ventas será de vehículos completamente autónomos.
Conclusiones del informe de Oliver Wyman
Joern Buss, socio de Oliver Wyman y autor del informe señala: “La industria del automóvil se enfrenta a una tormenta perfecta entre la nueva tecnología transformadora y un cambio en el comportamiento del cliente“. “Existirán momentos complicados en el futuro, que no solo afectarán a los fabricantes sino también a los proveedores, muchos de los cuales deberán reevaluar sus estrategias de negocio actuales para seguir siendo competitivos en el futuro“.
El informe concluye puntualizando que el crecimiento de la industria del automóvil global será positivo, aunque irá de la mano con grandes cambios estructurales y un aumento en la presión de los costes para los que la industria todavía no está preparada.