La séptima carrera de la Fórmula E ha vuelto a tener como protagonista a Antonio Felix da Costa (DS Teechetah). Tras conseguir la Pole, se hizo tranquilamente con la victoria del e-Prix. Por detrás, Sebastien Buemi (Nissan e.dams) y Lucas di Grassi (Audi Sport ABT Schaeffler).
Da Costa hizo una gran salida, aprovechando bien el comienzo de carrera. Sebastien Buemi, Nyck de Vries (Mercedes-Benz EQ) y Alex Lynn (Mahindra Racing), por detrás, intentaban darle caza.
Mientras, más atrás, el que más opciones parecía tener era Max Guenther (BMW i Andretti Motorsport). Iba subiendo posiciones desde la posición duodécima. Pero tuvo mala suerte, pinchó en la vuelta nueve y tuvieron que retirar el monoplaza.
La cabeza de la carrera mantenía su lucha particular entre Lynn y de Vries. En esa situación, da Costa, Buemi y Lynn consiguieron distanciarse del Mercedes. Pero, por detrás, las cosas no iban a quedar como estaban.
Lucas di Grassi (Audi Sport ABT Schaeffler) superó a De Vries para quedar en cuarto lugar en la vuelta 11. Ambos pilotos pasaron por la zona de activación del Modo Ataque. Con ello, Di Grassi ganó posiciones y consiguió ponerse el tercero.
Aunque también accionaron el Modo Ataque Alex Lynn, Oliver Rowland (Nissan e.dams), Sam Bird (Envision Virgin Racing) y Edoardo Mortara (ROKiT Venturi Racing). Pero Lynn cometió un error en la activación y perdió la posición. Los demás pilotos aprovecharon el fallo rápidamente.
Y entonces de Vries tuvo que abandonar por problemas con ciertas piezas que iba perdiendo el monoplaza. La bandera amarilla detuvo una vez más la carrera.
El final de la séptima carrera de la Fórmula E
Cuando se reinició la carrera, Da Costa logró una ventaja de dos segundos sobre Buemi que iba detrás. Entonces, activó el Modo Ataque y eso le permitió mantener el liderazgo cuando todavía restaban 20 minutos. La victoria parecía un hecho.
Frijns (Envison Virgin Racing), Rowland, Bird y Vandoorne (Mercedes-Benz EQ), que había escalado posiciones, mantenían su lucha particular por detrás para conseguir escalar posiciones. De hecho, Frijns peleaba por adelantar a Di Grassi para subir al podio. Difícil reto cuando el monoplaza de ambos lleva el mismo tren de potencia Audi. Y aunque intercambiaron posiciones, fue Di Grassi el que alcanzó finalmente el podio.
Y mientras, por detrás, Jean Eric Vergne volvía a tener problemas con los neumáticos traseros de su monoplaza. El vigente campeón sólo conseguía entrar en décima posición, por detrás de Mortara y de Andre Looterer (Porsche).
Antonio Felix da Costa y Sebastian Buemi entraron en los primeros puestos. La victoria de da Costa fue cómoda, a pesar de sus palabras tras la carrera:
“Estuvo muy difícil. Seb (Buemi) me siguió toda la carrera. Sí, fuimos un poco más rápidos, pero no hubo un momento en que pudiera dejar de mirar los espejos”.
Siguientes carreras
Después de esta primera doble cita, pilotos y equipos cuentan con un día de descanso para recuperarse.
Para la segunda carrera doble de la temporada más extraña en la historia del automovilismo (las rondas 8 y 9), el circuito de Tempelhof tendrá el diseño tradicional. Las carreras se disputarán el sábado 8 y el domingo 9 de agosto.