La instalación de un punto de recarga doméstico conlleva una serie de decisiones importantes. Al mismo tiempo, genera una serie de dudas (razonables) que pueden dar lugar a errores importantes.
1. Comprar una estación de recarga con funcionalidades básicas
El precio es un aspecto muy importante en la elección del punto de recarga (en este enlace resumimos las siete claves que determinan el valor final de la factura); pero, como dice el dicho popular: a veces, lo barato sale caro…
“Pueden ser más baratas, pero las estaciones de carga que sólo ofrecen una funcionalidad básica tienen limitaciones que hay que tener en cuenta”, afirma Christoph Erni, director general y fundador de Juice Technology.
“Estas estaciones no son actualizables a través de software, no pueden mantenerse al día con la tecnología futura y no pueden adaptarse a las nuevas necesidades de los propietarios de coches eléctricos”, añade Erni.
“El hardware debe ser excelente, pero es el software el que marca la diferencia: las actualizaciones son indispensables, así como la capacidad de conectarse a la red y tener un control remoto”, sentencia.
2. Elegir un cargador con carcasa de plástico
Algunas estaciones de recarga de pared están hechas de plástico altamente inflamable, y la mayoría ni siquiera son a prueba de salpicaduras. Y, dependiendo del material, la fabricación y la clase de protección confirmada, el uso en exteriores también es problemático.
La recomendación es comprar un cargador que cumpla con los estándares de protección IP54. También es aconsejable que esté fabricado con materiales de alta calidad, como vidrio de policarbonato resistente a los rayos UV.
3. Falta de una verdadera gestión de la recarga
Los coches eléctricos utilizan mucha energía durante la carga. Es por eso que un sistema de gestión de la carga es aconsejable para un solo punto de carga, y necesario para varias estaciones de carga. De lo contrario, tarde o temprano se corre el riesgo de sobrecargar la conexión doméstica, fundir un fusible y provocar un apagón.
La gestión de la carga debe ser dinámica y controlable a distancia por el proveedor de energía, pero también por el conductor, que debe poder priorizar la carga del coche cuando sea necesario; además, debe ser infinitamente escalable y, por último, cubrir todos los casos especiales existentes y las características específicas de cada situación para que la carga se realice con seguridad.
4. ¿Barra colectora o cable de cinta?
“Lo ideal es disponer del mayor número posible de amperios para cada plaza de aparcamiento”, explica el director de Juice Technology.
Es por eso que una instalación recomendada es una barra colectora montada en la pared, en la que los cables pueden colocarse y extenderse con seguridad según sea necesario.
Un error común es el supuesto ahorro de costes que ofrecen los cables de cinta en los grandes aparcamientos. Estos cables impiden llevar la máxima potencia a las plazas de aparcamiento y generan mucha potencia reactiva debido a los conductores excesivamente finos.
5. Activación y pago
“La regla básica debe ser siempre garantizar la máxima flexibilidad para el usuario”, apostilla a este respecto Erni.
La facturación mediante un modelo de alquiler tiene, por tanto, sentido para los usuarios a largo plazo de un aparcamiento.
En el caso de los aparcamientos para visitantes, la activación debe ser rápida y sencilla tanto para el propietario como para los visitantes, pudiendo facturar con tarjeta de crédito, ApplePay o GooglePay.
- Los 5 coches eléctricos más baratos para comprar en España en 2022
- Los 6 coches de hidrógeno que ya están o que estarán en las carreteras en 2022
- Los coches eléctricos que se pueden conducir sin carnet en España. Guía comparativa 2022
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe