A pesar de ser el mercado automotriz más grande del mundo, China nunca ha sido un gran exportador de vehículos a nivel mundial. Ahora, el gigante asiático quiere revertir esta situación aprovechando la transición a la movilidad eléctrica.
Aunque China está eliminando gradualmente los subsidios para la compra de vehículos eléctricos, ha introducido un sistema de comercio de crédito para alentar a los fabricantes de automóviles a producir vehículos de bajas emisiones. La infraestructura también ha mejorado: según la Alianza de Promoción de Infraestructura de Carga de Vehículos Eléctricos de China, el país ahora tiene más de un millón de puntos de carga, más del doble que en 2019.
Aparte de Tesla, las marcas chinas dominan las ventas de vehículos eléctricos en el país. Uno de los vehículos eléctricos más populares en China es el Hongguang Mini EV, cuyo precio de partida es de 4.400 dólares. Este modelo es fabricado de forma conjunta por General Motors, SAIC y Wuling.
Dominio en el ámbito de las baterías
Tras años de ayudas a los fabricantes de vehículos eléctricos y a la compra por parte de los usuarios, el mercado chino de vehículos eléctricos ha adquirido buena salud y robustez en varios ámbitos.
Por ejemplo, Contemporary Amperex Technology (CATL) es actualmente el mayor fabricante de baterías de vehículos eléctricos del mundo. China también domina el procesamiento de materiales de baterías como el litio. También hay un creciente interés en un tipo de batería que utiliza una tecnología llamada fosfato de hierro y litio (LFP), que es más segura y barata. La tecnología ha existido durante años, pero la densidad de energía mejorada para mejores arquitecturas de baterías significa que ahora es adecuada para una adopción generalizada, especialmente en vehículos eléctricos más asequibles. Tesla utiliza la batería LFP de CATL para su Model 3 fabricado en China. BYD, que cuenta con el respaldo de Warren Buffett, también diseñó su propia versión.
Expansión de las marcas chinas de vehículos eléctricos
Los fabricantes de automóviles chinos centran ahora su mirada en otros mercados globales. No en vano, Polestar, propiedad de la china Geely y con sede en Suecia, está vendiendo sus eléctricos fabricados en China en Europa.
Del mismo modo, MG, el fabricante de automóviles británico comprado por SAIC en 2007, también está fabricando sus vehículos eléctricos en China. Ambas empresas han tenido un buen desempeño en Europa, pero todavía están muy por detrás de los líderes tradicionales del mercado como Tesla y Volkswagen.
Otros fabricantes de automóviles chinos como Nio y BYD también tienen planes para vender sus vehículos eléctricos en Europa, especialmente en Noruega, un país con gran penetración de la movilidad eléctrica.
Fuente: The Wall Street Journal.
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