Entre los días 20 y 23 del presente mes de mayo se celebró el Amelia Island Concours d’Elegance (Chattanooga, Tennessee, EEUU). Este año, contaba con una especial exposición de coches eléctricos, mostrando el pasado, el presente y el futuro de la movilidad eléctrica. Desde el Morris & Salom Electrobat IV (1895), el primer coche eléctrico, hasta el VW ID.4. Toda una exhibición del ayer, hoy y mañana.
Por detrás del show existe una fundación, que lo organiza y que lleva a cabo otras iniciativas solidarias. El dinero que recaudan en la feria, que empezó a celebrarse en 1996, está destinado a hospitales y a otros fines de este tipo.
Amelia Island 2021 incorporaba por primera vez, además de vehículos clásicos, una exhibición de coches eléctricos actuales: “Taking Charge Parade“. Además, y de cara a las siguientes ediciones, la exposición contará con su propia clase específica: “It’s Electric”.
Curiosamente, la propia organización alaba en sus notas de prensa las posibilidades de los coches eléctricos y su tecnología. Además, los sitúa al nivel, o por encima, de los coches de combustión en cuanto a rendimiento. Incluso, valora las cifras de los vehículos que son capaces de superar a los superdeportivos sin serlo.
Amelia Island Taking Charge Parade
Los eléctricos de la exposición del Amelia Island fueron los siguientes: Bollinger B1; Cadillac LYRIQ; Ford Mustang MACH-E; GMC Hummer EV; Lucid Air; Mini Cooper SE; Porsche Taycan; Superformance MKIII-E Electric Cobra; Volkswagen ID.4; Hispano Suiza Carmen.
Pues sí, allí estaba el Hispano-Suiza Carmen. El propio presidente de la marca, Miguel Suque Mateu llevó a cabo la presentación digital desde Barcelona, ya que la pandemia no permitía su asistencia.
Además, la exposición contó con diferentes vehículos clásicos eléctricos. Entre ellos, el Morris & Salom Electrobat IV (1895), el primer coche eléctrico, que se expone habitualmente en un museo de Pensilvania.
Los primeros vehículos eléctricos de Morris & Salom estuvieron a la vanguardia de las investigaciones del siglo XIX en relación con la movilidad eléctrica. Llegaron, incluso, a recibir una patente en 1894. El entonces innovador Electrobat IV, funcionaba con dos motores eléctricos alimentados por una batería de 350 libras (unos 158 kg). El vehículo tenía una autonomía de entre 20 y 25 millas (entre 32 y 56 km). Además, su velocidad máxima alcanzaba los 32 km/h.
Volkswagen ID.4 y el Elektrotransporter de 1979
Un punto de interés en la exposición fue la exhibición conjunta de Volkswagen. Dos vehículos de la marca representaron el pasado y el presente (o futuro) de la movilidad eléctrica: el Elektrotransporter de 1979 y el VW ID.4. La combinación de ambos consiguió atraer a un buen número de público. Sobre todo porque la marca espera comenzar la producción del ID.4 en Chattanooga a comienzos del próximo año.
Según Mark Gillies, director senior de Producto y Tecnología de Comunicación de Volkswagen América:
“En su época, el Elektrotransporter recorrió las calles de Chattanooga, ayudando a establecer tecnologías clave como el frenado regenerativo que los clientes de VE ahora dan por sentado. El entusiasmo que vimos este fin de semana refuerza nuestra opinión de que los vehículos eléctricos son el futuro de la movilidad personal”.
El Elektrotransporter de 1979 ofreció un vínculo histórico con los primeros días de desarrollo de vehículos eléctricos. Durante la crisis mundial del petróleo de principios de la década de 1970, Volkswagen produjo una serie de autobuses Type 2 convertidos en eléctricos. Querían explorar la viabilidad de la propulsión eléctrica y la carga.
En 1978, el Electric Power Research Institute y la Tennessee Valley Authority compraron 10 de estos Type 2 eléctricos. Su objetivo era probar la viabilidad de los Ve en flotas.
El Type 2 eléctrico tenía 72 celdas de batería de plomo-ácido bajo el piso, con 25.9 kWh de energía. El motor eléctrico se fijó directamente a la transmisión del autobús existente, que permaneció bloqueado en segunda marcha, impulsando las ruedas traseras del vehículo.
Su potencia era de 23 CV y su velocidad máxima, de 77 km/h. Curiosamente, el Elektrotransporter ofreció una versión temprana de frenado regenerativo. La flota consiguió hacer con estos vehículos un total de 87.000 km en 18 meses.