Por Carlos Sánchez.
Divertido, excitante, y seguro, sobre todo seguro, es la sensación que descubrimos en nuestra primera toma de contacto con el Renault Mégane E-TECH. Las primeras entregas del Mégane eléctrico están programadas para abril; de momento hay más de 100 reservas
Renault presume de que toda la mecánica se alberga en la parte frontal, de tal forma que el habitáculo y el maletero tienen una extraordinaria capacidad. Lo cierto es que esto se nota en la distancia de los asientos traseros con respecto a los delanteros.
Otra cosa que nos ha llamado la atención ha sido la extraordinaria relación en la desmultiplicación de la dirección: la relación es de 12/1 con lo que apenas hay que soltar el volante para trazar una curva cerrada. La competencia directa parte de relaciones de 14 y de 16.
La agilidad de marcha también está apoyada por una suspensión trasera multibrazo que aporta estabilidad y dinamismo. Y a esta estabilidad contribuye, y mucho, la distancia del coche al suelo: en la nueva generación del Renault Megane se ha acercado hasta 9 centímetros.
Hablemos ‘en eléctricos’: potencia de 160 kWh
El nuevo motor síncrono del Renault Megane E-TECH es un 30% más compacto que el del Renault ZOE (Coche Eléctrico del Año en el segmento B) y un 10% más ligero.
Pesa 145 kg y tiene una potencia de 160 kWh. Esto son 230 CV, pero vamos a tener que ir acostumbrándonos a la terminología de los eléctricos. Renault en su campaña publicitaria utiliza la estética de los caballos para establecer una relación pasada en la que el caballo de vapor (Horse power en inglés) es sustituido por el caballo eléctrico o Electric power.
En cualquier caso, el motor ofrece una potencia y una elasticidad dignas de mención. Sus cuatro modos de conducción: Eco, Confort Sport y Personalizable , ofrecen una extraordinaria flexibilidad para adecuarla a las distintas condiciones de la ruta.
Diría que el coche se adapta a nuestra conducción, aunque seamos los peores conductores del mundo. Lo pudimos comprobar en un exceso de velocidad en una curva muy cerrada: el freno regenerativo del Megane y las ayudas a la conducción nos salvaron de un buen susto.
Y ya que hablamos del freno regenerativo. Siempre he dicho que las mejores cualidades de esta tecnología no son el ahorro de energía, que también, sino que anticipa la frenada unas valiosas décimas de segundo antes de que recurramos al pedal del freno para bloquear las ruedas.
Más eficiente que el Renault ZOE
A diferencia del ZOE, la refrigeración en el Mégane eléctrico se hace por aceite en lugar de agua.
Es muy destacable el Energy Recovery System, un sistema que facilita el intercambio de calor desde el motor hacia la batería, de tal forma que esta se ve beneficiada para su mejora de rendimiento.
Según las mediciones de Renault, la batería de 60 kWh tiene una autonomía de 470 km y la de 40 kWh de 300 km. En nuestra prueba hicimos más de 200 km en un recorrido mixto en el que la carretera sinuosa de montaña ocupó el mayor protagonismo. Al final del recorrido obtuvimos unos 14,3 kWh a los 100 km, un consumo más que eficiente, que nos acercó a los 400 km de autonomía. Siendo prácticos, en ruta con 4 pasajeros y equipaje habríamos gastado unos 16 o 17 kWh a los 100 km, lo que nos acerca a unos buenísimos 350 km de autonomía.
Y es que el Renault Megane, puede cargar en corriente continua a unos estupendos 130 kW de capacidad, con los que en un cargador de la red de Ionity podremos tomar un refresco y tener el 80% cargado en unos 20 minutos. Más que aceptable.
Si decidimos cargar en las cercanías de nuestro domicilio en algún punto de carga de algún centro comercial podremos hacerlo a una potencia de hasta 22 kW en corriente alterna; algo que no pueden hacer la mayoría de los coches eléctricos (el Tesla Model 3 por ejemplo puede cargar a un máximo de 11 kW en alterna).
‘Cocon efect’ y ayudas a la conducción
El confort de marcha también se nota en la sonoridad en el interior del habitáculo. En este sentido, Renault ha instalado un aislamiento de espuma compactada entre el pack de baterías y el suelo del coche, que evita ruidos y vibraciones de la carretera y mejora en tres decibelios la rumorosidad de marcha con respecto al ZOE.
Aunque Renault Megane tiene hasta 26 ayudas a la conducción, voy a destacar tres que a mí me han llamado la atención por su novedad:
- Regulador de velocidad adaptativo, que modula la velocidad programada si nos acercamos a una rotonda o una zona de curva, y retoma la velocidad programada una vez superado el obstáculo.
- OCE. Se trata de un sistema por el cual, el pasajero que abre la puerta es avisado si otro vehículo se acerca.
- AEBS. Prevé el cruce de peatones durante la marcha atrás y nos avisa de su cercanía.
Conectividad
En cuanto abrimos la puerta del conductor ya percibimos un sonido de bienvenida que nos adentra en un mundo de conectividad total.
Las sensaciones se agrandan cuando nos sentamos frente a las dos pantallas de 12,3” y 12”. En la pantalla de instrumentación tenemos una rápida vista de la velocidad, del consumo y recuperación de energía, y de la capacidad restante de la batería. También podremos alternar diversas pantallas con los datos que más nos guste llevar en ruta.
En la pantalla táctil central, un estupendo navegador y todas las aplicaciones que nos permitirán conectar nuestro dispositivo móvil. Vehículo y smartphone serán parte de un todo: para obtener las ventajas del Apple Car Play o el Android Auto solo tendremos que dejar el teléfono en la bandeja de carga inductiva.
Mediante la Aplicación My Renault, no solo se podrá conectar la climatización, usar la recarga programada, encender las luces a distancia o buscar el vehículo en la zona donde está aparcado, sino que podremos realizar actualizaciones de software a distancia.
Y para las cargas de oportunidad, con la aplicación Mobilize Charge Pass se puede cargar en más de 200.000 puntos en Europa y en más de 500 en la red de Ionity, con la que Renault tiene un acuerdo con ventajas para sus clientes.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe