París quiere adelantarse a la intención de su gobierno central incentivando la circulación de vehículos eléctricos con el objetivo de que en 2030 no circulen por sus calles vehículos propulsados por motores de combustión.
A partir del 1 de septiembre de 2015 París comenzó las restricciones a la circulación a los vehículos pesados, incluidos autobuses, matriculados antes del 1 de octubre de 2001. Este es un primer paso que forma parte de un amplio plan en contra de la contaminación emprendido por su alcaldesa, la española nacida en Cádiz Anne Hidalgo, y que se extenderá a todas las categorías de vehículos en los próximos años.
Desde esa fecha hemos asistido al anuncio a varios anuncios de gobernantes tanto de países como de ciudades apoyando la prohibición de la fabricación o de la circulación de vehículos de combustión: Noruega y Holanda han fijado este objetivo para 2025 y en la India en 2030. Escocia quiere que ocurra en 2032. Alemania asiste al debate entre su potente industria automovilística, su mix energético y las contradicciones de sus políticos. Francia anunció la prohibición de venta de vehículos de combustión en 2040, al igual que Reino Unido.
Incentivar, no prohibir
Su capital, París, quiere adelantarse a la decisión del gobierno central y estableciendo esta prohibición en 2030. El anuncio fue realizado por Christophe Najdovski, funcionario responsable de la política de transporte de la oficina de la alcaldesa Anne Hidalgo, a través de la agencia Reuters: “Se trata de planificar a largo plazo una estrategia que reducirá los gases de efecto invernadero. El transporte es uno de sus principales productores por lo que estamos planeando una salida de los vehículos de motores de combustión, o vehículos de energía fósil, para el año 2030”.
París no pretende prohibir la circulación de vehículos de combustión sino incentivar el uso de eléctricos durante la próxima década con el fin de lograr el objetivo de 2030. Estos incentivos se unirían a las actuales ayudas del gobierno que pueden alcanzar hasta los 10 000 euros si se desecha un vehículo diésel fabricado antes de 2001.
París, al igual que Madrid, ya incorpora en sus reglamentaciones algunas medidas para reducir la contaminación del aire de la ciudad. En los escenarios más críticos se prohíbe la circulación de la mitad de los coches, en función de las matrículas, paralelamente a la apertura gratuita del transporte público. También se han aumentado las zonas libres de coches y se han aumentado las sanciones económicas a los conductores de coches que no cumplen con los límites de emisiones.
El mercado del vehículo eléctrico en Francia ha crecido un 40% año tras año, sobre todo gracias a unas ayudas consistentes y duraderas. Un mercado claramente dominado por el Renault Zoe, tal y como se puede ver en los datos de Avere Francia.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.