- A igualdad de precios, casi la mitad de los encuestados por Europcar (afirman que elegirían un coche eléctrico frente a los que seguirían optando por la combustión
- El 25,6% de conductores cree que en cinco años conducirán un eléctrico puro o híbrido enchufable, el 41% que será un híbrido y un tercio (32,4%) un térmico
- Quienes ya han probado un enchufable destacan que la experiencia de conducción es igual, incluso mejor, que las de los vehículos de combustión
Conducir el coche que se necesite y cuando se necesite (o pago por uso) es esa tendencia de la movilidad del futuro de la que llevamos muchos años hablando. El “Estudio sobre la Movilidad del Futuro” de Europcar, con la colaboración del RACC y Deloitte, ha intentado profundizar en cómo nos vamos a mover, con qué tipo de coches y cuáles de ellos vamos a alquilar en el corto y medio plazo.
Los resultados de la encuesta en general han resultado ser conservadores, dando una visión del futuro con luces y sombras para la electromovilidad.
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De los 1.200 encuestadosun 11% cree que dentro de 5 años conducirá un coche 100% eléctrico, frente al 15,6% que cree que será un híbrido enchufable, al 41% que apuesta por un híbrido y al 32,4% que opina que conducirá un coche de combustión tradicional.
Y ¿qué pasa con el alquiler, según esta encuesta? Las proporciones son similares, pues el coche eléctrico se llevaría el 11,2%, frente al 9% de los híbridos enchufables, un 35% los híbridos y un 45% los de combustión.
A igualdad de precios…
Pero quizá la pregunta estrella era la de qué tipo de propulsión se elegiría a igualdad de precios. Y el resultado es que casi la mitad de los encuestados, el 45,4% ya se inclinarían por un eléctrico a día de hoy.
Y es curioso que haya dos grupos de población con edades muy diversas que optarían más por la adquisición de un eléctrico y son los abanicos de población de entre 18 y 25 años y de entre 55 y 65. Los primeros están más abiertos a las nuevas experiencias y el cambio y los segundos por su posición económica más desahogada.
Es decir, los jóvenes, el futuro de la sociedad y la movilidad, apuesta más por la electromovilidad. También es relevante que los conductores más maduros, experimentados y con mayores posibilidades de elección, escojan en mayor proporción la electrificación.
La mejor experiencia de conducción
El estudio ahonda en las posibles causas. Para empezar el 32% de las personas de la clase alta han probado alguna vez un eléctrico, frente al 23% de la media o sólo el 20% de la baja. Y esto es trascendental porque de entre los encuestados que lo han probado, el 70% dicen que la experiencia de conducción es igual que la de un térmico o incluso mejor.
En cuanto a las principales ventajas que le ven son el ahorro en combustible (55%) y la posibilidad de entrada en las Zonas de Bajas Emisiones (40%) y la sostenibilidad (40%).
Como posibles barreras señalan el mayor precio, la autonomía, la falta de carga vinculada al hogar o trabajo y la falta de confianza en la red pública de recarga. Y entre las medidas que solicitarían para el impulso de la movilidad eléctrica, los encuestados eligen como las dos más relevantes la mejora de la red de recarga y el incremento de la autonomía de los modelos.
El renting arrasa como opción
Una de las preguntas que respondieron los 1.200 encuestados fue qué opción alternativa a la propiedad sería dominante en el futuro.
El resultado fue arrasador en favor del renting, con un 45,8%. Todos sabemos que el renting se caracteriza por firmar contratos a largo plazo, normalmente de entre 3 y cinco años. La sorpresa la dio el modelo de suscripción que se colocó como segunda opción, aunque con un 21,2%, muy lejos del renting. Carsharing (19,4%) y alquiler (13,5%) cerraban el cuarteto.
Y decíamos “resultado conservador” porque el renting nació en 1996, frente a la suscripción y el carsharing que son mucho más jóvenes, es decir, menos conocidos. Eso seguramente les ha perjudicado en el estudio. Estamos seguros que algo similar ha sucedido con el coche eléctrico.
Abundando en el modelo de suscripción, una de las preguntas decía: “el modelo de suscripción te permite usar un coche pagando una tarifa mensual que incluye seguro, mantenimiento y neumáticos (excepto el combustible), sin compromiso de permanencia, como en servicios tipo Netflix o Spotify. ¿Estarías dispuesto a cambiar la propiedad del coche por esta opción de suscripción?”.
Tras esta explicación, casi el 48% de los encuestados afirmó que estarían dispuestos a cambiar la compra por la suscripción, frente al 52% que negaba rotundamente el cambio. Esto supone que casi la mitad de las personas afirma estar dispuesta a cambiar.
En otro apartado también se daba una conclusión llamativa. En ella destaca que, tras la adquisición de un vehículo, sólo una cuarta parte de los usuarios habían valorado opciones que no fueron la compra. Es decir, el 74,2% de las personas que buscaron un modelo de movilidad fueron “de cabeza” al modelo tradicional sin comparar ni plantearse otra opción que no fuera la propiedad.
Bajo mi lema personal “Todo lo vivo se mueve”, llevo una vida informando sobre coches y movilidad. Me apasionan la industria y la tecnología y cómo se conjuran para que nos movamos cada día de forma más eficiente.