Carta al Director (16.01.2018) escrita por Jose Ignacio Pastor
La contaminación del aire urbano, principal riesgo grave para la salud de los ciudadanos en la Europa de 2018, es ilegal, inmoral y letal: supera los límites que establece la Normativa vigente; es emitida de manera fraudulenta por los omnipresentes vehículos diésel –el mayor parque diésel del mundo, con sus homologaciones oficiales de emisiones, trucadas-; y es causa directa de millones de enfermedades respiratorias, cardíacas y cáncer, ocasionando medio millón de muertes prematuras anuales en Europa, además de un enorme perjuicio económico que el Banco Mundial evalúa en un 3,5% del PIB.
En España, las emisiones tóxicas que envenenan el aire urbano causan 31.520 muertes prematuras anualmente (según datos 2015 de la Agencia Europea del Medio Ambiente, Informe Air Quality 2017 TH-AL-17-016-EN-C.pdf, cifras que la OMS casi duplica). Como referencia, las muertes ocasionadas por la lacra de los accidentes de tráfico, p.e., fueron 1.160 en 2017. Es decir que el envenenamiento del aire urbano mata treinta veces más personas que la carretera: ¿y qué hacen nuestras Autoridades para contener, paliar o reducir tal catástrofe?
La actual escandalosa descoordinación entre Medio Ambiente, Comunidades y Ayuntamientos, ha creado un auténtico caos, que multiplica costos e ineficacias: triplican sin control instalaciones de medida y mediciones; cada uno establece, también arbitrariamente, sus particulares límites y alarmas (ignorando prácticas y reglamentaciones internacionales, ya científicamente admitidas); no informan de los niveles y peligros de los contaminantes tóxicos (p.e., los contaminantes del aire más peligrosos son las Partículas materiales finas en suspensión –las llamadas PM2,5 y PM10, por su tamaño en micrómetros-, 10 veces más dañinas que el NO2) ; “inventan” Planes de actuación, costosos e inútiles, que producen vergüenza ajena (p.e., el “Plan A” del Ayuntamiento de Madrid, de ¡ 544 millones de € !); etc., etc.
Hasta que los vehículos que más horas circulan por nuestras ciudades –autobuses, taxis, furgones de reparto, etc., que ruedan a pocos metros de peatones, viviendas, colegios y hospitales-, no sean de “emisiones CERO“ –eléctricos: más baratos de fabricar, operar y mantener-, se seguirán provocando más de treinta mil muertes cada año. (Un ejemplo, para los que dicen que no saben qué hacer: la megaciudad china de Shenzhen -12 Millones de habitantes-, ya tiene todos sus autobuses y taxis, Eléctricos: 16.500 y 12.500, respectivamente, con notables ahorros, económicos y de emisiones tóxicas, constatados -ICCT: Washington DC, 2017, http://www.theicct.org/EV-capitals-of-the-world-).
El actual caos organizativo que rodea el envenenamiento del aire que respiramos, es un grave problema de orden público, de consecuencias trágicas, que está necesitado de que alguien decida, de una puñetera vez, poner un poco de orden, para beneficio de todos los ciudadanos –antes de que, en pura defensa propia, comencemos las demandas judiciales por daños y perjuicios contra quienes pueden evitar este crimen-.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.
Lastimosamente, estoy de acuerdo con usted en todo lo comentado. Lastima que sea asi.. 30 veces mas muertes que accidentes de trafico. Provocado justamente por los mismos vehiculos. YA no voy a decir conductores.. que en su ignorancia, pocas oportunidades y manipulaciones conducen uno de esos cacharros contaminantes.
Solo puntualizar, no son muertes prematuras. Son muertes a secas. O acaso las muertes por tabaquismo se consideran prematuras? Son directamente muertes causadas por al contaminacion. Y lo demas es querer quitarle la causa directa en otro intento de no resposabilizarse de nuestra sociedad.