Comienza la fase 2 de la reindustrialización de las antiguas instanaciones de Nissan en la Zona Franca de Barcelona y Montcada i Reixac, 310.000 metros cuadrados en total. En vez de una sola empresa, trabajarán cinco en el mismo terreno. El objetivo a medio plazo es emplear a tanta gente como cuando Nissan finalizó su actividad industrial.
El primer fabricante que reanudará la actividad será QEV Technologies, con la marca ZEROID, a partir de kits desarmados de importación china a principios de 2024. Durante esta primera etapa, el impacto en el empleo será pequeño y en el parque de proveedores más bien nulo.
La marca Ebro será resucitada por Btech a finales del año que viene, a partir de los Nissan Navara y e-NV200 que dejaron de fabricarse en 2021, pero con motorizaciones eléctricas. Se da la circunstancia de que Ebro era la marca de Motor Ibérica, S.A., resultado de nacionalizar Ford en 1954, y que Nissan empezó a controlar en 1981. De la antigua Ebro solo se hereda el nombre.
Los terrenos que ocupó Nissan durante 40 años cerca del puerto de Barcelona se los van a repartir QEV Technologies y BTech, que conforman el Hub de Descarbonización o D-HUB, el operador logístico Goodman, la empresa de vehículos eléctricos ligeros Silence, y Nissan, que mantendrá su centro técnico o NTCE.
Los dos fabricantes del D-HUB pretenden alcanzar un volumen de 60.000 unidades al término de 2026. Por parte de QEV, habrá tres furgonetas eléctricas, camiones de reparto urbano, y plataformas eléctricas y de hidrógeno para autobuses y camiones de mayor tamaño. Más adelante se ofrecerán para producir vehículos para otras empresas.
El Consorci de la Zona Franca ha entregado a los nuevos arrendatarios las llaves del recinto y la responsabilidad sobre el mismo, aunque a cambio de una renta mucho más alta que la que Nissan pagaba -disfrutaba de renta antigua- previamente. La plantilla saliente de Nissan, que ahora cobra prestaciones por desempleo, se irá recuperando por fases.
En una primera fase, tanto QEV como BTech pretenden contratar este año a 600 trabajadores para poder poner en marcha los primeros trabajos, y eso como mínimo. En tres años habrán escalado a 1.000 personas, cuando, según sus previsiones, fabricarán 100.000 vehículos al año. Eso es menos del 50% de la capacidad de la fábrica de Barcelona en tiempos de Nissan.
Por su parte, el fabricante de motos y cuadriciclos eléctricos Silence, que trabaja también para SEAT, contratará a unos 300 empleados, de los que ya tiene 56 que estaban en nómina de Nissan. Tiene pendiente mudarse de su actual fábrica en Sant Boi de Llobregat. El grueso de los empleos los creará el operador logístico Goodman.
Persisten las dudas entre el sector público, sindicatos y empresas del sector de automoción respecto a la viabilidad del proyecto conjunto. El D-HUB no tiene asegurada la financiación, aunque el Consorci cobrará la renta ocurra lo que ocurra. Hay más previsiones que números tangibles o dinero contante y sonante.
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