En la transición hacia la movilidad limpia, no todo son coches eléctricos También hay espacio para soñar con vehículos futuristas como UDX Airwolf, una nueva moto eléctrica voladora que podría estar más cerca de lo que piensas de hacerse realidad. El desarrollo corre a cargo de UDX, con sede en República Checa.
Se trata de un vehículo eVTOL, (electric vertical takeoff and landing), caracterizados por su despegue y aterrizaje vertical y su propulsión eléctrica. Pese a que suena algo descabellado, desde hace años, multitud de empresas se están lanzando al desarrollo de este tipo de vehículos.
UDX Airwolf, la próxima moto eléctrica voladora
No es la primera vez que escribimos sobre los eVTOL. Lo último en este campo de innovación es el UDX Airwolf, una “moto eléctrica” voladora futurista que no cumple con la condición habitual de este tipo de vehículos: no llevar conductor.
Pensada para medir 3,2 metros de largo y 4,55 metros de ancho, con un peso de 290 kilos, UDX Airwolf está diseñado para ser capaz de llevar a dos ocupantes, con una carga máxima de 150 kilos, y volar a poca altura. Por supuesto, se trata de un vehículo al que todavía le queda mucho para echar a volar y que, de materializarse algún día, sería casi con toda seguridad un vehículo recreativo. De hecho, en la web de la compañía puedes reservar un vuelo de prueba.
La marca ya proporciona todos los datos oficiales del vehículo, que cuenta con cuatro básculas en las que almacena las hélices, que suman un total de 430 CV eléctricas. Además, pueden controlarse de forma individual para una mejor agilidad.
El eVTOL sería capaz de conseguir una velocidad de 100 km/h en cerca de tres segundos y la velocidad máxima que promete es de 228 km/h. La autonomía, de 66 kilómetros, restringe los vuelos a una duración máxima de 25 minutos.
Atent@s al precio
De hacerse realidad su llegada al mercado, el UDX Airwolf no podría ser conducido por cualquiera, primero por normativa, y segundo, por supuesto, por su precio. Según indica UDX, en la Unión Europea, sería necesario tener el permiso de piloto de aeronave de estructura ultraligera (ULM), mientras que en Estados Unidos sería obligatorio contar con el título de piloto deportivo.
Si ya es difícil el primer requisito, atent@ al segundo: para poder tenerlo en la puerta de casa, tendrás que desembolsar 350.000 euros.
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