En la reciente presentación de resultados del segundo trimestre (Q2 o T2) de 2023, el fabricante basado en Texas ofreció a sus accionistas unas estupendas cifras, varias de ellas a nivel de récord. La producción trimestral de Tesla fue máxima, 479.700 unidades, y las entregas a clientes también, 466.140 unidades. La primera métrica aumentó interanualmente un 86%, y la segunda un 83%.
Estos incrementos en ventas han llevado a una facturación de casi 25.000 millones de dólares, si bien el margen operativo ha bajado un poco al haber ajustado precios en sus modelos estrella, Model 3/Y. Aún así, Tesla obtiene casi 1 dólar de beneficio por cada 10 que factura, de los mejores de la industria, sobre todo considerando la escala a la que se mueve.
La estrategia de reducción de precios ha hecho bastante daño a los competidores en segmento Premium. Si tenemos en cuenta las entregas del primer semestre o los dos primeros trimestres del año, Tesla ha vendido más coches eléctricos que el Grupo Volkswagen, Porsche, BMW y Mercedes-Benz (juntos). Tesla se acercó a las 900.000 unidades, los otros tres no llegaron a 600.000 unidades.
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De momento, Tesla tiene una ventaja competitiva evidente en costes de producción, por lo que puede apretar sus márgenes aún mejor que los tres alemanes. Estos aún no tienen las economías de escala como para ganar dinero con la venta masiva de coches eléctricos, aunque están trabajando en ello a nivel de producto, software, producción e incluso servicios postventa.
Eso sí, Tesla tiene una vulnerabilidad importante, su gama de modelos es muy limitada, dos sedanes y dos SUV, de los cuales solo los modelos de segmento D/D SUV se venden bien (Model 3 y Model Y), con un catálogo de opciones muy limitado y hasta pocas opciones de pintura. Es más, los Tesla aguantan en el mercado durante años sin cambios estéticos, algo que ahora funciona, pero no tiene por qué funcionar más adelante.
Esta estrategia tiene la ventaja de que los coches no “envejecen” tanto, sobre todo porque mantienen el software actualizado. Por otro lado, uno de sus productos estrella está próximo a producirse en serie, el Tesla Cybertruck, modelo que tendrá un impacto importante en los mercados de EEUU y Canadá. De momento, la gigafactoría de Texas está trabajando con modelos preserie -en el argot de la compañía, Release Candidate 4-.
Además, estamos a la espera del primer lavado de cara del Tesla Model 3 desde 2017, cuando empezó la producción en serie, y el Model Y no parece tener apremio en cambiar porque salió en 2020. Ya es, de facto, un superventas mundial, no solo respecto a otros coches eléctricos, sino en general.
La capacidad de Tesla de haberse adaptado a las adversidades post-COVID ha surtido efecto. No se puede decir lo mismo de sus competidores alemanes. Y en cuanto a China, la principal amenaza de Tesla tiene tres letras: BYD, pero fuera de China no se puede decir lo mismo. Eso por ahora.