Es evidente que Tesla Motors, con su director ejecutivo Elon Musk al frente, no puede seguir vendiendo Model S por mucho tiempo sin adentrarse en el mercado de los utilitarios. Y también es evidente que hacerlo con los precios actuales de las baterías puede suponer un fracaso de ventas frente a los híbridos o convencionales.
No es nuevo que Tesla pretende construir una gigafactory de baterías que solucione los problemas de costes, pero se antoja arriesgado hacerlo con las dimensiones que pretende, ya que estaríamos hablando de una producción de 500.000 baterías para unas ventas en 2013 de 23.000 unidades.
Sin embargo Musk sabe que la producción de baterías no iría sólo para su Model S (73.000 euros), sino para un modelo destinado al mercado de masas (25.000 euros), que pueda competir en precio con el Nissan LEAF o el Renault ZOE, pero que tenga el doble de autonomía. El coste de la batería supone en cualquier caso más de la cuarta parte del precio final del coche eléctrico y tanto el desarrollo como la economía de escala podrían reducirlo en más de un 30%, a tenor de las informaciones del propio ejecutivo, tras algunas reuniones con proveedores.
Se había especulado con que el secreto en la reducción de costes podría estar en la producción de todos los componentes de las baterías en la propia gigafactory partiendo de las materias primas. Lo habitual es que componentes como los electrolitos se fabriquen en una planta química y que los electrodos sean fabricados en una planta que fabrica grafito para diversas aplicaciones.
Sin embargo, recientes declaraciones de Musk, han aclarado este punto. Tesla sólo gestionará algunas partes de la planta, mientras que otras empresas, entre las que se encuentra su actual proveedor Panasonic, utilizarán las instalaciones para el ensamble de las células en paquetes completos de batería.
Por otro lado, Tesla se enfrenta con un grave problema de financiación, ya que según MIT Technlogy Review, la fábrica costaría unos 3.600 millones de euros y Tesla sólo aportaría unos 1.440, con lo que los inversores deberían aportar la mayor parte. Para que los inversores pudieran estar convencidos de la aportación, Tesla debería al menos vender diez veces más coches de los que está vendiendo en estos momentos.
Pero aunque se debata el riesgo de la gigafactory, Tesla Motors ha asegurado que se iniciará la construcción en el mes de junio y que estará a pleno rendimiento en 2020. Si bajo un prisma conservador el riesgo es evidente, Tesla y su visionario Elon Musk desde luego no creen esto a tenor de los anuncios. Sobre los datos de la fábrica y su estructura, moviliad eléctrica publicó un exhaustivo artículo en el mes de marzo
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.