ADIF adjudicó en 2012 un contrato para el desarrollo de un sistema de almacenamiento energético de naturaleza híbrida consistente en el aprovechamiento de la energía recuperada del frenado de los trenes y de las marquesinas fotovoltaicas. Este proyecto, implantado en la estación Málaga-María Zambrano, continúa su desarrollo en el laboratorio de energía que ADIF tiene en Cerro Negro (Madrid).
Los sistemas de almacenamiento energético actuales están basados en grandes infraestructuras centralizadas. Sin embargo, con la inclusión de un sistema híbrido se pueden integrar pequeños sistemas de almacenamiento en diversos puntos que pueden funcionar mediante baterías de litio y supercondensadores.
Los supercondensadores contribuyen a una mayor densidad energética y una potencia suficiente para absorber la energía de frenado de los trenes, y además satisfacer las necesidades de recarga rápida de los vehículos eléctricos.
Supercondensadores
La empresa Win Inertia, adjudicataria del sistema, está utilizando supercondensadores Maxwell para integrarlos en su tecnología de control híbrido SHAD. Esta tecnología permite aumentar tanto la captura como el almacenamiento de energía con relación a los sistemas basados en baterías. Los supercondensadores tienen la virtud de reducir la tensión del ciclo de carga por lo que su vida útil puede extenderse hasta un 25%.
Las baterías no son capaces de absorber toda la energía generada en los pocos segundos de la frenada de un tren.
El sistema regenerativo puede recuperar entre un 8 y un 10% de la energía utilizada por el sistema ferroviario, que luego se utiliza para alimentar la estación de recarga del vehículo eléctrico.
Cómo funciona
Los sistemas de recuperación de energía de frenado en los trenes ahorran energía eléctrica mediante el uso de la resistencia del motor eléctrico para detener el vehículo, y a través de ese proceso, la conversión de energía cinética en energía eléctrica. A diferencia de las baterías, que almacenan la energía por medio e una reacción química, los supercondensadores almacenan la energía en un campo eléctrico. Esto les permite cargar y descargar en fracciones de segundo y a rangos de temperatura de entre -40ºC a + 65ºC.