Shell ha lanzado una nueva gama diseñada para el funcionamiento en vehículos eléctricos. Se trata de grasas y fluidos específicos para VE. Esta iniciativa forma parte de la campaña de Shell para fomentar la movilidad eléctrica.
En su deseo de ofrecer un mayor número de soluciones energéticas más limpias, Shell ofrece productos específicos para VE. Se trata de fluidos de transmisión, fluidos térmicos y grasas. Con ellos, este tipo de vehículos conseguirán mejores prestaciones y serán más eficientes.
Como proveedor de energía, Shell indica que tiene el compromiso de ofrecer una amplia gama de soluciones para VE. En esa línea, la última incorporación a su catálogo han sido los fluidos específicos para vehículos eléctricos. Esto es el resultado de la adquisición de Greenlots, compañía californiana, y NewMotion, holandesa. La primera es suministradora de puntos de carga para VE, software para redes de carga y servicios para la red eléctrica en EE. UU. y Canadá. NewMotion es uno de los mayores proveedores europeos de sistemas de carga de VE para hogares y empresas.
En la actualidad, Shell cuenta con un número creciente de estaciones de servicio de carga rápida. El Shell Recharge necesita unos 30 minutos para cargar por completo un VE. Además, hace poco se anunció la asociación con el operador de redes de carga IONITY. Estará presente en todas las instalaciones de Shell, por lo que los tiempos de recarga se reducirán aún más. La siguiente generación de VE precisará menos de 10 minutos para una carga completa.
El resultado de la colaboración
Shell lleva tiempo colaborando con fabricantes de automóviles y de componentes automovilísticos para diseñar fluidos de “primer llenado”. Ahora, estos fluidos específicos para VE deben garantizar los requisitos establecidos por los fabricantes. Asimismo, deben superar los exigentes niveles de rendimiento de los vehículos eléctricos.
Huibert Vigeveno, Vicepresidente ejecutivo comercial de Shell a nivel global, ha explicado:
“La movilidad eléctrica es una de las soluciones que permitirán reducir las emisiones de carbono en un mundo cuya demanda de transporte sigue creciendo. Desde la generación de energía hasta la recarga, y con nuestra nueva gama de fluidos para motorizaciones eléctricas, Shell está dando respuesta a las necesidades de un número cada vez mayor de conductores de vehículos eléctricos.
Los lubricantes Shell proporcionan la máxima protección, con independencia del coche que se conduzca. Nuestros nuevos fluidos para vehículos eléctricos son el resultado de una considerable inversión en I+D. Asimismo, de la cooperación con fabricantes de motores de todo el mundo para mejorar las prestaciones de sus vehículos, aumentar su autonomía y prolongar su vida útil”.
Fluidos específicos
Igual que los coches convencionales, los vehículos eléctricos también necesitan aceites para funcionar. Los lubricantes actuales están desarrollados para motores de combustión interna. Por ello, generalmente, no cumplen los requisitos de rendimiento de los sistemas de propulsión de alta tecnología de los VE.
Los fluidos específicos de Shell para VE han sido desarrollados por científicos especialistas en lubricantes. Su desarrollo se ha realizado desde los centros tecnológicos de Hamburgo y Shanghái. Con ello, Shell persigue optimizar las prestaciones de estos vehículos y superar los desafíos actuales.
Estos fluidos específicos para vehículos eléctricos reducirán sus emisiones totales a lo largo del ciclo de vida. Asimismo, prolongarán su vida útil gracias a su viscosidad ultrabaja, que aumenta la eficiencia del vehículo, y a sus excelentes propiedades de resistencia a la degradación, superior a la de los aceites convencionales.
Shell también ha lanzado una gama de fluidos, denominados Shell Helix Hybrid, diseñados específicamente para el funcionamiento en vehículos híbridos.
Se prevé que los vehículos eléctricos desempeñen un papel cada vez más importante en el transporte de personas y productos de todo tipo. Las cifras lo indican: la tasa actual de crecimiento de los VE es de un 40-50 % anual a nivel mundial. Por su parte, la Agencia Internacional de la Energía prevé que en 2040 haya 280 millones en circulación. Consecuentemente, Shell se adelanta al futuro con esta iniciativa.