Las bicicletas eléctricas se están convirtiendo en una alternativa de transporte que mucha gente empieza a entender como una posibilidad real. La ayuda al pedaleo que proporcionan permite desplazarse con poco esfuerzo y facilidad incluso por ciudades que no son precisamente amigables para ellas.
Aunque todavía es un proyecto que está buscando financiación, desde Londres nos llega el modelo de producción de este sistema portátil para convertir cualquier bicicleta en eléctrica. Lo han desarrollado cuatro socios durante 2 años y ya han recaudado la mitad de la inversión que necesitan a través de la web Kickstarter de financiación en masa de proyectos creativos.
Cómo funciona
El principio de funcionamiento es por fricción sobre la rueda trasera. En este vídeo se puede ver cómo sería su uso diario. Como se aprecia el montaje y el desmontaje es cuestión de segundos puesto que no necesita ni herramientas ni conocimientos de mecánica.
La rueda que transmite la potencia está fabricada con un poliuretano especial para proporcionar el máximo agarre. Dispone de un botón de encendido que integra un indicador de nivel de la batería. Incorpora un sistema de suspensión que permite transmitir la fuerza de forma constante incluso en bicicletas con suspensión trasera en las que la geometría cambia constantemente. Además este sistema puede elevar el conjunto habilitando un modo “no eléctrico“.
Características técnicas
Con una potencia de 800 W permite una velocidad máxima de 25 km/h. Integra una batería de 20.000 mAh que se recarga totalmente en 2 horas. La vida útil es de más de 2.000 ciclos de carga-descarga lo que supone poder recargarla todos los días durante 5 años sin pérdida de rendimiento. Sobre el manillar hay que montar un acelerador que regula la potencia que se transmite a la rueda, desde 250 W a 800 W. Esta es, quizás, la parte más controvertida puesto que no se adapta exactamente al estándar europeo Pedelecs que exige que la transferencia de la potencia se produzca únicamente cuando se ejerce fuerza sobre los pedales.
La electrónica y cada componente son resistentes al agua e incorpora un sistema que mide la humedad y detecta el barro para autorregularse y seguir transfiriendo potencia incluso en la más adversas de las condiciones climáticas.
Sus dimensiones son 16 a 41 cm de altura, 12 cm de ancho y pesa 6,5 kilogramos. Para que pueda ser acoplado a la bicicleta ésta debe tener una rueda de entre 16 y 29 pulgadas de diámetro, la tija del sillín de 22 a 35 mm y el manillar de entre 20 y 23 mm (para montar el acelerador). Incluye además una luz LED que sirve como señalización trasera de la bicicleta y un mango de cuero para su transporte.
Disponibilidad y precio
El proyecto lleva ya dos años de desarrollo desde el primer prototipo hasta el que ahora se presenta. Los creadores esperan poder poner las primeras unidades a la venta en noviembre de este mismo año. El proyecto está abierto a la financiación en la web de kickstarter en la que se puede leer más información sobre el proyecto y las posibilidades, fechas y condiciones de las contribuciones.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.