El próximo 24 de junio se celebra el “Pikes Peak International Hill Climb 2018”, competición en la que Volkswagen Sport participara con el coche de carreras I.D.R Pikes Peak. La marca alemana ha desvelado la tecnología utilizada en las pruebas para optimizar la aerodinámica del vehículo.
El I.D. R Pikes Peak ha sido diseñado para condiciones extremas. Eso demuestra su aspecto aerodinámico, diseñado para afrontar el ascenso a la cima del Pikes Peak.
“La salida se sitúa a una altitud de casi 2.900 metros, y la meta está a 4.300 metros sobre el nivel del mar. Allí, la baja presión del aire se traduce en unas condiciones aerodinámicas diferentes a las de un circuito en terreno llano”, explica François-Xavier Demaison, director técnico de Volkswagen Motorsport y responsable del desarrollo del I.D. R Pikes Peak.
En el transcurso de los sinuosos 19,99 km hasta la cima del Pikes Peak, el vehículo podrá alcanzar una velocidad máxima cercana a los 240 km/h, una velocidad relativente baja respecto a las posibilidades reales de velocidad del I.D.R Pikes Peak. “Por esta razón, principalmente nos hemos concentrado en conseguir velocidades de curva óptimas. El chasis entero está diseñado para generar la mayor carga aerodinámica posible, sin causar demasiada resistencia”, ha dicho Demaison.
Una de las estrategias más soprendentes a nivel visual del I.D.R Pikes Peakes es su alerón trasero, aparentemente sobredimensionado. Willy Rampf, consultor técnico del proyecto y con años a la espalda de experiencia en Fórmula 1 ha explicado: “A la altitud a la que se encuentra Pikes Peak el aire a través del que estamos conduciendo es de media un 35% menos denso. Como resultado, perdemos un 35% de la carga aerodinámica en comparación con un circuito a nivel del mar. El enorme alerón trasero nos permite compensar una parte de esta pérdida de carga aerodinámica. El imaginativo desarrollo aerodinámico significa que durante la subida seguiremos logrando una carga aerodinámica máxima mayor que el peso del automóvil”.
Un modelo a escala (1:2) del coche de carreras fue usado por Volkswagen Motorsport para probar diferentes variantes en un túnel de viento. Las correcciones finales fueron añadidas a un chasis de tamaño real en el centro de desarrollo de Porsche en Weissach.
La eficiencia del sistema de refrigeración es otra de las claves respecto a la mejora de la aerodinámica del coche. En su caso, la necesidad de aire fresco es mucho menor que en el caso de un motor de combustión y no es necesario guiar la entrada de aire a los dos motores eléctricos que generan de manera conjunta 500kW (680 CV). Estos factores permitieron reducir el tamaño de los puertos de entrada necesarios en el chasis, que son un gran impedimento desde el punto de vista aerodinámico. Por el contrario, el aire denso propio de la altitud de Pikes Peak tiene un efecto negativo en la eficiencia del refrigerado.
Mediante un software de simulación proporcionado por ANSYS, utilizado para calcular el equilibrio ideal, se consiguió determinar las dimensiones necesarias para el sistema de refrigeración, que no podrían haber sido definitivas con los datos del túnel de viento, dado que es una herramienta que no puede recrear el aire de baja densidad.
La primera prueba del I.D.R Pikes Peak en suelo americano está prevista para finales de mayo, momento en el que el piloto Romain Dumas y el equipo de Volkswagen Motorsport empezarán la fase final del entrenamiento de cara al “Pikes Peak International Hill Climb 2018” que tendrá lugar el 24 de junio. El objetivo del equipo en la competición será batir el récord en la clase de prototipos eléctricos, que actualmente está en 8:57.118 minutos.