Más de 500 horas de prueba y desarrollo han sido precisas para los ingenieros, diseñadores y demás expertos del equipo de Lunaz haya dado el visto bueno al Range Rover Safari eléctrico. que se hizo famoso por ser el coche que conducía James Bond en la película Octopussy. A esto se suman otras 1.000 horas de trabajo para dar forma y comprobar que en la cabina todo cumple los estándares de calidad y seguridad.
El último coche eléctrico de Lunaz (la marca de coches eléctricos de David Beckham) ya es una realidad. Desarrollado sobre la base de un Range Rover Safari de batalla corta de 1983, se trata de un todoterreno descapotable cien por cien eléctrico con el que la marca da una vuelta de tuerca a su línea de cero emisiones fabricados de manera artesanal.
El Range Rover Safari se hizo famoso por ser el coche que conducía James Bond en Octopussy (1983). No es este el primer modelo de la marca Land Rover que pasa por los talleres de Lunaz para convertirse en coche eléctrico pero en su desarrollo el equipo inglés ha aceptado un nuevo desafío.
“Con este Range Rover estamos haciendo algo diferente, estamos demostrando que nuestro enfoque increíblemente detallado y exigente se puede aplicar a íconos más divertidos, para que se puedan disfrutar por sí mismos”, explican.
Electrificando el Range rover Safari de James Bond
Para hacer del Range Rover Safari de James Bond (una unidad igual, para ser exactos) un coche eléctrico, el equipo de Lunaz ha reforzado la carrocería y el chasis para mantener su resistencia y estabilidad sin techo, y para proporcionar una plataforma robusta para el sistema de propulsión totalmente eléctrico.
A pesar de las importantes mejoras estructurales, la carrocería exterior original es idéntica a la original, pero pintada en un exclusivo color ‘Maya Blue’ y con capota convertible de mohair azul oscuro (esto a petición del cliente).
En el interior sí hay cambios.
El tablero y el interior espartanos originales han sido reemplazados por una consola impresa en 3D nueva y ampliada, diseñada, desarrollada y fabricada internamente durante un período de dos años. El resultado ha gustado tanto que aseguran que el diseño estará presente en todos los futuros Range Rover eléctricos elevados por Lunaz.
La consola central integra una pantalla de infoentretenimiento habilitada para Apple CarPlay y Android Auto. Los han sido completamente rediseñados para mejorar la estética, el confort y la ergonomía. En todas las plazas tienen calefacción y utilizan materiales de acolchado patentados desarrollados para los modelos Rolls-Royce y Bentley reciclados de Lunaz.
El tren motriz de 280 kW se ha configurado según las preferencias del propietario y produce 375 CV. Para gestionar el par adicional, el Range Rover Safari de Lunaz se ha actualizado con amortiguadores ajustables y resortes hechos a medida, frenos de disco de seis y cuatro pistones instalados en la parte delantera y trasera respectivamente, así como frenado regenerativo.
El Range Rover Safari ahora eléctrico conserva la profundidad de vadeo de 500 mm que define el segmento del vehículo original y todos los ángulos de aproximación y salida originales.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe
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