- Los prototipos del Range Rover eléctrico superan la segunda temporada de pruebas, realizadas en el norte de Europa en condiciones invernales extremas
- Uno de los principales objetivos de estas pruebas era demostrar la eficacia de la nueva tecnología ThermAssist que ayuda a optimizar la autonomía, conserva la capacidad de carga y mantiene intacto el confort en el habitáculo aunque fuera haga un frío gélido
Hasta ahora son escasos los datos oficiales que se conocen acerca del primer coche eléctrico de Range Rover. Y, aunque de momento sólo se ha podido ver el prototipo, la marca ya ha abierto la lista de reservas para aquellos que quieran ser de los primeros en recibir el suyo (aquí el enlace para entrar en lista de espera de pedidos anticipados).
El Range rover eléctrico es un SUV de alta gama del que no se han desvelado prestaciones, aunque desde la marca comentan que «ofrecerá un rendimiento comparable con el buque insignia Range Rover V8«. Igualmente, aseguran que este vehículo va a mantener «la capacidad todoterreno que han desarrollado internamente los expertos de Land Rover como sello de identidad de Range Rover desde sus inicios en 1970».
Además se sabe que, en lugar de utilizar una configuración de control de tracción convencional basada únicamente en la unidad ABS, el Range Rover eléctrico va a distribuir la gestión del deslizamiento de las ruedas a cada unidad de control de tracción eléctrica. De esta forma, el tiempo de respuesta del par en cada rueda se reduce de aproximadamente 100 milisegundos a tan sólo 1 milisegundo.
El modelo eléctrico se va a fabricar con una plataforma modular longitudinal flexible en Solihull (Reino Unido). Lo hará junto a las versiones del Range Rover ya disponibles: microhíbrido e híbrido enchufable de autonomía extendida. La marca ha invertido 70 millones de libras en las nuevas instalaciones de la planta dedicadas al desarrollo de los bajos de la carrocería. Las baterías y unidades de propulsión eléctrica (EDU) se montarán en el nuevo Electric Propulsion Manufacturing Center de Jaguar Land Rover de Wolverhampton (Reino Unido).
El Range Rover eléctrico pretende ser el coche más silencioso y refinado del mundo gracias a la exclusiva configuración de cancelación activa del ruido de la carretera.
Las pruebas más exigentes
Los prototipos del Range Rover eléctrico siguen avanzando en su camino hacia la producción tras completar con éxito la segunda temporada de pruebas y desarrollo a temperaturas bajo cero en el círculo polar ártico.
Al recorrer más de 70.000 kilómetros acumulados por lagos helados y pistas de tierra, la última temporada de invierno en el norte de Europa ha permitido a los ingenieros poner a prueba el avanzado sistema de gestión térmica del Range Rover eléctrico con una serie de exigentes retos. «Los lagos helados ofrecieron una oportunidad única de comprobar la dinámica del vehículo, como la capacidad de conducción con un solo pedal y la suspensión neumática conmutable de doble cámara», explican desde la marca.
Uno de los principales objetivos de los ingenieros en la última fase de desarrollo en Arjeplog (Suecia) ha sido validar la nueva tecnología ThermAssist del Range Rover eléctrico. El avanzado sistema de gestión térmica a bordo reduce hasta un 40% el consumo de energía térmica al recuperar el calor para calentar el sistema de propulsión o el habitáculo en situaciones en las que la temperatura exterior sea incluso de -10 C.
Esta avanzada tecnología de gestión térmica garantiza que el Range Rover eléctrico pueda ofrecer una autonomía óptima hasta en condiciones de frío extremo. Además, reduce al mínimo el impacto de las temperaturas gélidas en el rendimiento de carga, por lo que los clientes tienen la seguridad de que la capacidad de carga se mantiene intacta.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe