Como SUV eléctrico de gama alta, el Volvo C40 Recharge compite en uno de los segmentos más exigentes del momento. El sueco tiene que demostrar sus valía frente a modelos de la talla del Audi Q4 Sportback, el Mercedes EQA o el BMW iX1.
Resulta especialmente atractiva la caída de techo que, hay que decirlo, a nivel práctico puede ser una pega ya que resta visibilidad a través de la luneta trasera. Lo que no supone es una merma de la sensación de espacio en el interior, entre otras razones, gracias al enorme techo panorámico de cristal. En el interior el resumen es calidad, tanto a la vista, como a tacto. No hay plásticos que crujan o superficies brillantosas en las que dejar marcada la huella digital.
Consumo oficial vs consumo real
Sobre el papel, el Volvo C40 homologa un consumo que oscila entre 16,2 kWh/100 km para la versión de un solo motor y 17,4 kWh/100 km para la de dos motores. Estos datos son para uso mixto, en ciudad, descienden a 11,1 kWh/100 km y 13 kWh/100 km respectivamente. Entre medias, el Volvo C4 Recharge de autonomía extendida firma 16,3 y 12,1 kWh/100 km para cada situación.
Nuestra unidad de pruebas es un Volvo C40 Recharge Single con el que hemos registrado un consumo de 19,2 kWh/100 km en carretera y de 18,7 kWh en ciudad.
Autonomía oficial vs autonomía real
Hacemos la misma comparativa con la autonomía. Tras superar las pruebas WLTP, el C40 eléctrico homologa un recorrido por recarga de 486 km para la versión Single, 581 para la Extended Range y 549 para la Dual Motor. Estas cifras sn para circulación mixta, en uso urbano, suben hasta 681, 782 y 742 km respectivamente.
En nuestra prueba hemos dejado casi agotar la batería es uso combinado (60% ciudad, 40% carretera), no hemos alcanzado los más de 480 km prometidos pero nos hemos quedado cerca de los 390 km, lo cual no está nada mal.
Al volante del Volvo C40 Recharge
Hechos los deberes de matemáticas, nos relajamos y empezamos disfrutar de la conducción del Volvo C40 Recharge.
Ninguna pega a este respecto, más bien todo lo contrario. El coche se mueve con fluidez en casi cualquier circunstancia (el casi son las carreteras reviradas), tanto que es fácil olvidar que estamos al volante de una carrocería de 4,5 metros . Responde con rapidez cuando tiene que hacerlo, absorbe las irregularidades del trazado sin problemas y ofrece una sensación de seguridad y aplomo a la altura de pocos modelos (citaría como comparable en sensaciones el Polestar 2, nada sorprendente teniendo en cuenta su parentesco…).
Aumenta el confort lo bien insonorizado que está el habitáculo, lo mismo que ls asientos muy ergonómicos y con buena sujeción incluso para las complexiones delgadas.
Con Google integrado
Tratándose de un Volvo sería imperdonable no hacer una mención destacada a la tecnología y los sistemas de seguridad.
Tener Google integrado hace que el manejo del sistema sea tan intuitivo como utilizar la tablet o el teléfono móvil particular. No hay necesidad de cables o de conexiones para utilizar Google Maps o Spotify; también está disponible el asistente por voz de Google con el que es bastante fácil entenderse. Es relevante mencionar en este punto que el Volvo eléctrico admite actualizaciones remotas con lo que el software estará siempre actualizado.
En cuanto a los sistemas de seguridad la lista es larga. Destacar la intervención sobre el freno cuando detecta la presencia de obstáculos sin que el conductor reduzca la velocidad, muy eficaz pero sin excesiva brusquedad. También es especialmente práctica la tecnología que advierte de que el tráfico se ha reanudado ante la pasividad de quien va al volante.
Para ayudar en las maniobras de estacionamiento la cámara 360º ofrece una visón de pájaro muy buena, además el conductor puede elegir qué cámara quiere enfocar en cada momento, reduciendo así el margen de error.
¿Y de precio?
Llega la que es para muchos una pregunta clave: ¿cómo va de precio?
Con un solo motor y con el acabado más asequible, el Volvo C40 eléctrico tiene precio de partida de 50.180 euros. El acabado Plus, que añade tecnología como el Pilot Assist, la alerta de tráfico cruzado y el portón trasero eléctrico, sale por 52.721 euros. Mientras que el tope de gama supone una factura de 58.587 euros.
Es, por tanto, más barato que el Audi Q4 Sportback, uno de sus principales rivales cuy precio de partida ronda los 60.000 euros y que el Mercedes EQA que en su versión más barata pasa de los 57.000 euros.
Conclusión
Con una muy buena relación calidad-precio el Volvo C40 Recharge es una excelente opción de compra en el segmento de los SUV eléctricos. Es un gustazo sumar kilómetros al volante y los pasajeros tampoco se quejarán ni de espacio ni de la comodidad. Se echan en falta modos de conducción para que el conductor pueda jugar y acoplar el comportamiento del coche a cada circunstancia, pero quizá sea más porque a estas alturas estamos acostumbrados a que los coches eléctricos tengan esta opción que porque realmente la necesite.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe