- Un informe de Recurrent Auto destaca la tendencia a la baja en los costes de las baterías para vehículos eléctricos.
- De continuar esta tendencia a la baja, el cambio de batería de un Tesla Model 3 Long Range rondaría los 3.222 euros, casi como reparar un motor térmico.
- ¿Qué fabricantes ofrecen la mejor garantía para coches y baterías? Aquí el listado completo
Una de las principales dudas que frena a muchos conductores a la hora de adquirir un coche eléctrico es el posible coste futuro de sustituir su batería. La idea de afrontar un gasto elevado en pocos años hace que algunos potenciales compradores se lo piensen dos veces antes de dar el salto a la movilidad eléctrica. La percepción de que renovar una batería podría costar miles de euros lleva a muchos a cuestionar si realmente vale la pena invertir en este tipo de vehículos.
Sin embargo, las mejoras constantes en la tecnología de baterías están cambiando este argumento. Informes recientes, como el realizado por la web Recurrent Auto, revelan que la reducción progresiva de los costes de fabricación y materiales hace que este gasto sea cada vez menos significativo. De hecho, en un futuro muy cercano, el cambio de una batería podría ser incluso más económico que reparar un motor de combustión, según las proyecciones del sector.
La caída del precio de las baterías
El avance tecnológico y la optimización de los procesos de producción están transformando el mercado de las baterías de coches eléctricos. Según Recurrent Auto, los precios del kWh han disminuido drásticamente en los últimos años, y se espera que continúen en esa dirección. En 2023, el coste promedio de un kWh era de 149 dólares, pero las proyecciones para 2026 apuntan a que este valor caiga a 80 dólares. A largo plazo, estimaciones de organizaciones como RMI, dedicada a investigar y asesorar en el campo de la sostenibilidad, incluso predicen precios de entre 30 y 54 dólares para 2030.
Esta reducción tiene su origen en varios factores: el abaratamiento del litio y otros materiales esenciales, el uso de químicas más económicas como las baterías LFP y el desarrollo de celdas con mayor densidad energética. Además, el reciclaje de materiales y las novedades en reutilización están ayudando a estabilizar los precios y a garantizar un suministro más accesible para las marcas.
Un futuro prometedor para la movilidad eléctrica
Más allá del ahorro inicial en costes, los consumidores también podrían beneficiarse al vender las baterías usadas en mercados de segunda mano. Este enfoque va a aligerar el gasto de sustituirlas, además de fomentar una economía circular más sostenible. Según Recurrent Auto, los propietarios podrían recuperar entre 10 y 20 dólares por kWh al comercializar sus baterías para sistemas de almacenamiento energético.
Además, con precios de sustitución más bajos, los vehículos eléctricos de segunda mano ganarán popularidad, reduciendo aún más la barrera de entrada al mercado eléctrico. Por ejemplo, reemplazar una batería de 100 kWh en un modelo como el Audi Q6 e-tron podría costar unos 4.776 euros, mientras que una de 75 kWh, como la del Tesla Model 3 Long Range, rondaría los 3.222 euros. Estas cifras ya compiten directamente con el coste de reparación de motores de combustión en algunos países.
Garantía de la batería de tu coche eléctrico: qué cubre y por cuánto tiempo
Con todas estas tendencias en juego, la preocupación por el reemplazo de baterías podría quedar atrás, abriendo camino a un futuro más accesible y sostenible para la movilidad eléctrica.
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Belén Valdehita es una periodista madrileña con más de 25 años de experiencia. Cursó los estudios de periodismo en el Centro de Estudios Universitarios San Pablo CEU. Actualmente colabora como redactora de contenidos freelance para webs como Hoteles.net, Tiempo.com o movilidadelectrica.com
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