Aunque de lo que más se ha hablado es de la posible subida del impuesto al diésel, el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) 2021 presentado por el Gobierno incluye algunas propuestas interesantes encaminadas a fomentar la movilidad sostenible, en general, y eléctrica en particular.
El texto que ahora se debe debatir en el Congreso recoge varias partidas presupuestarias destinadas a impulsar la compra de coches ecológicos; pero también para animar el despegue industrial de la movilidad eléctrica en España y acelerar la digitalización de la industria automovilística.
Los Presupuestos Generales del Estado destinan 64 millones de euros para compra de vehículos e instalación de puntos de carga
De ser aprobados tal cual han sido presentados, los PGE destinarán, al menos, 64 millones de euros para el impulso de la movilidad eléctrica.
El borrador presentado por el Ministerio de Hacienda incluye una partida de 64 millones de euros destinados a “financiar actuaciones de apoyo a la movilidad energéticamente eficiente y sostenible“. Este presupuesto será gestionado por el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE).
Los 64 millones de euros se repartirán entre ayudas a la adquisición de vehículos eficientes y la instalación de puntos de carga (dos líneas ya contempladas en el Plan Moves II en vigor). Aunque no se ha detallado qué parte del presupuesto total irá a cada línea de actuación, sí se han adelantado previsiones: se espera que los fondos sirvan para incentivar la ejecución de 25.000 instalaciones de puntos de recarga eléctrica y la adquisición de 50.000 vehículos en 2021.
100 millones de euros para potenciar el papel de España en el desarrollo de baterías
Lo de colocar a España en el mapa de fábricas de baterías para coches eléctricos es un reto muchas veces planteado por el Gobierno español.
Hace unos días, el secretario general de Industria y PYME, Raúl Blanco, hacía alusión a la posibilidad de que España albergue, en poco tiempo, una fábrica de baterías para vehículos eléctricos. “El proceso va avanzando pero hay que ser prudentes y trabajar con discreción”, afirmaba.
No hacía alusión directa a ningún proyecto, pero sin duda sus palabras se referían a alternativas en estudio como convertir la planta de Nissan de Barcelona en una fábrica de baterías o el interés de una multinacional francesa por el nuevo polígono industrial que se está construyendo en Cantabria. Más concreta es la apuesta de Ford que, con la ayuda de la Generalitat, empezará a fabricar baterías en Almussafes (Valencia).
El proyecto de PGE recoge una partida de 100 millones de euros para financiar actuaciones dirigidas al desarrollo de nuevas tecnologías en el campo del almacenamiento de energía.
A esta se suman otros 100 millones de euros que el Ejecutivo asigna a proyectos pensados para impulsar el uso del hidrógeno como combustible. “Ambas tecnologías son fundamentales para la transformación que está experimentando el sector del automóvil, por lo que serán utilizados hasta 200 millones entre las dos partidas”, afirman fuentes del Gobierno.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe