La expansión de los vehículos eléctricos chinos por los diferentes países del mundo encuentra en Latinoamérica una serie especial de retos y oportunidades. Al igual que ha sucedido con otras industrias en la región, especialmente la minería y el petróleo, China está enfocando su negocio en un plazo medio, para intentar sustituir a las compañías occidentales que hasta ahora se repartían la mayor parte del pastel. Por otra parte, la riqueza minera de la región, especialmente el litio de Bolivia, Chile y Argentina, obligará a llevar a cabo una serie de inversiones con las que estos países se sientan co-partícipes en los beneficios que sus riquezas naturales proporcionan.
De momento sólo se están dando los primeros pasos, que resumimos a continuación, pero es de esperar que, si las compañías occidentales y japonesas no reaccionan a tiempo, China puede convertir en unos años en el principal protagonista del mundo del automóvil en esta región.
Producción de vehículos en Latinoamérica
Con una población de unos 665 millones de personas, actualmente la producción de vehículos en Latinoamérica está encabezada por México, que según las cifras proporcionadas por Statista fabricó en el año 2022 más de 3,5 millones de vehículos. Muchos de ellos fueron vehículos comerciales ligeros. El segundo fue Brasil, con 2,369.770 vehículos, y mucho más lejos Argentina, con 536.900 y Colombia con poco más de 50.000.
En cuanto a las ventas, según The Global Economy, la primera posición la ocupa Brasil, con 1,576.666 vehículos vendidos en el año 2022, seguido de México con 1,02 millones de ventas, Chile (313.589), Argentina (260.876), Colombia (208160), Perú (118.915) y Ecuador (100.069).
Por marcas, los líderes en 2021 fueron el grupo Stellantis con el 19,9% de las ventas, seguido del Grupo Renault-Nissan-Mitsubishi con el 15,6%, Volkswagen con el 13,5%, General Motors con el 12,5%, Hyundai con 10,6% y Toyota con el 9,5%.
De la mano de estas compañías, algunos países latinoamericanos han convertido al automóvil en una de sus industrias punteras, como México, Brasil o Argentina.
Todo eso puede cambiar en unos años.
La llegada de la movilidad eléctrica
Según el informe de Mordor Intelligence se espera un crecimiento significativo de los vehículos eléctricos en esta región, donde han ganado popularidad en los últimos años debido a la necesidad de satisfacer las futuras demandas de energía y emisiones. De hecho, las estrictas normas sobre emisiones de gases de escape impuestas por algunos países y los incentivos ofrecidos por varios gobiernos son hoy por hoy los principales impulsores de las ventas de VE en los países de Sudamérica. Por ejemplo, en marzo de 2022, Chile publicó su estrategia nacional de movilidad eléctrica para transformar el sector del transporte durante la próxima década. Uno de estos incentivos ofrece descuentos fiscales sobre el uso anual de vehículos eléctricos.
Las ventas de VE en la región todavía constituyen solo un pequeño porcentaje de las ventas totales de vehículos. En el año 2022 solo se vendieron 6.000 VE en México, 5.100 en Brasil, 2.400 en Colombia, un número igual en Chile, y 1,200 en Costa Rica, pero se espera que estas cifras se multipliquen por 3 antes del año 2026. Estos parecen los primeros pasos de una importante transformación industrial.
Nuevo mercado para los vehículos eléctricos chinos
Una transformación que empieza a sentirse en los grandes productores, de la que China no sólo no quiere quedarse atrás sino que espera liderar gracias a su dominio de las tecnologías claves para la producción de estos vehículos. Tal vez el hecho más destacado hasta el momento, haya sido el anuncio el pasado mes de julio, de que BYD, el gigante chino de vehículos eléctricos, invirtiría 624 millones de dólares para construir su primera planta fuera de Asia en Brasil. Esto forma parte del plan de la empresa para ampliar su alcance global en medio de un aumento de las ventas. Los centros de producción de BYD en Brasil proporcionarán trabajo a 5.000 personas.
Pero no es la única noticia importante. El pasado 31 de agosto China Daily informaba que Great Wall Motor había adquirido una fábrica de Mercedes-Benz en el estado de Sao Paulo y la está transformando en una fábrica inteligente global que iniciará su producción en enero de 2024. Si todo sigue su curso, en sólo unos meses esta fábrica se convertirá en la primera especializada en la producción de vehículos eléctricos híbridos y vehículos eléctricos de Brasil, con el objetivo de fabricar unos 100.000 vehículos al año cuando la producción esté a pleno rendimiento. A principios de julio, la empresa presentó en Brasil su modelo ORA 03, que será fabricado en dichas instalaciones.
No en vano Brasil ya es desde hace unos años el mayor socio comercial de China. Eso, junto con las facilidades proporcionadas a las compañías y la capacidad de exportar a otros países latinoamericanos con facilidad, puede convertir a Brasil en una potencia automovilista de la próxima década.
Pero las compañías ya asentadas en estos países parece que nos se van a quedar sentadas esperando la llegada de los chinos. El grupo Volkswagen también va a centrar sus inversiones en Brasil, donde Autovista24 anuncia una inversión de 1.000 millones de dólares para crecer un 40% de aquí al 2027 presentando 5 modelos eléctricos y de combustible flexible de aquí a al 2025. Este mismo año ya ha lanzado en este mercado el ID.4, y el ID.Buzz llegará antes de fin de año.
Geely, por su parte, ha formado una empresa conjunta con el grupo francés Renault para adquirir siete plantas en todo el mundo, incluida una en Córdoba (Argentina). Las plantas fabrican piezas de aluminio para cajas de cambios y las exportarán para suministrar a empresas como Renault, Dacia, Nissan y Mitsubishi.
Mientras, sin perder de vista que la ventaja competitiva de BYD consiste en su dominio de la producción, tanto de baterías como de vehículos eléctricos, la empresa anunció una inversión de 290 millones de dólares para explotar el litio de Chile, elemento clave de las baterías. En 2022, la empresa ya se adjudicó un contrato para extraer hasta 80.000 toneladas de litio. Como señala Sergio Held en China Daily: “El acceso a más litio consolidará la posición de China como primer fabricante de baterías para vehículos eléctricos.”
Tal vez como símbolo de los nuevos tiempos que llegan, la factoría de BYD se construirá en el lugar dejado por Ford Motor Company en Camacari, una municipalidad industrial a las afueras de Salvador, en el nordeste del país.
Las empresas europeas, las grandes fabricantes en este continente, pronto se van a enfrentar a un nuevo reto industrial, independientemente de cuál sea el resultado final, no cabe duda que los automóviles chinos, casi desconocidos en la región hasta el momento, poco a poco van a formar parte del panorama automovilístico de cada uno de estos países.
Desde China, Pedro Ceinos.
Te puede interesar