La Inteligencia Artificial (IA) puede ayudar a optimizar el momento y la magnitud de la transferencia de energía entre el vehículo y la red, es decir, la tecnología V2G.
Esta permite que, en lugar de que el coche eléctrico solo tome energía de la red, también pueda devolver energía a la red y crear lo que se denomina ‘carga bidireccional’. De esta manera, se puede aprovechar al máximo el potencial de la batería.
“Con la carga bidireccional, podrían cargar a una tarifa barata en las horas de menor consumo y realimentar la red en las horas punta a una tarifa más alta. El coche, gracias a su batería, podría ayudar al usuario a generar ingresos”, según Mobeen Tahir, director de Investigación Macroeconómica y Soluciones Tácticas de la consultora financiera WisdomTree.
Los primeros pasos de la Inteligencia Artificial en la movilidad eléctrica
¿Pero cómo nos podemos servir de la IA en este proceso? Según este experto podría responder a cuestiones tales como cuándo cargar, retener la carga o devolverla a la red.
Tal y como explica, para hacerlo la Inteligencia Artificial “tendría en cuenta los patrones de consumo de los usuarios, de modo que siempre habría carga suficiente en la batería para los trayectos por carretera, y cualquier exceso se vendería de nuevo a la red”.
Además, los sistemas de IA “también pueden monitorear y predecir la salud y el rendimiento de la batería, fomentando un mantenimiento proactivo para garantizar la longevidad y fiabilidad de estas”, añade.
Más datos predecibles
Desde el punto de vista de la red, el V2G añade otra variable a tener en cuenta, además de aspectos como los patrones meteorológicos que determinan la generación de energía a partir de fuentes renovables.
“En este caso, habrá que prever las pautas de consumo de los usuarios para gestionar mejor la demanda y la oferta. Una vez que los consumidores pasen a formar parte de la oferta, será más difícil predecirla, lo que hará más importante el papel de la IA”.
¿Esto es posible?
Como en muchos otros casos, la regulación desempeña un papel crucial, advierten desde la compañía.
Por ejemplo, en California, en Estados Unidos, prohibió el año pasado la venta de coches con motor de combustión interna a partir de 2035 y está estudiando un proyecto de ley que obligaría a que todos los vehículos eléctricos (VE) vendidos en este estado incorporaran la función V2G.
“Esto significa que el esta tecnología ya está atrayendo la atención de los responsables políticos, lo que podría facilitar la superación de cualquier obstáculo normativo antes de que los propietarios de un vehículo eléctrico empiecen a vender energía a la red”, destaca Mobeen Tahir.
Modelos con ‘recarga bidireccional’
Lo cierto es que varios fabricantes ya han introducido modelos de VE con recarga bidireccional. Es el caso del Nissan Leaf (la marca ya colabora con Eon para promover el uso de la tecnología V2G), el Ford F150 y el Kia EV6.
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En WisdomTree creen que el V2G es “una tecnología emergente apasionante dentro de la cadena de valor de las baterías”.
“Para los inversores, un enfoque diversificado a lo largo de la cadena de valor de las baterías podría ser una forma de exponerse a un conjunto amplio de oportunidades. Esto incluye tecnologías ya existentes en la actualidad, como la fabricación de baterías de iones de litio, o tecnologías emergentes como V2G, entre otras”, subrayan.
Almacenamiento y renovables
Por la manera en que lo ven, las baterías podrían ser el gran impulso de los vehículos eléctricos, afirman las mismas fuentes.
“Todo el propósito del almacenamiento de energía es gestionar la intermitencia de las energías renovables. Por lo que un almacenamiento de energía bien distribuido por toda la red podría ayudar a gestionar mejor la oferta y la demanda, y a reducir las pérdidas de transmisión”, aclaran.
Ahorro y energía solar
Los consumidores que cargan su VE en casa prefieren tarifas variables que les permitan recargar a bajo precio fuera de las horas punta. No solo es más barato para el consumidor, sino que también ayuda a gestionar la carga de la red.
Además, el sistema de carga bidireccional permitiría a los propietarios de viviendas o empresas que instalen paneles solares ahorrar mucho dinero, a su juicio.
“El usuario podría ahorrarse el coste de almacenamiento de energía de la batería, que es una parte significativa de los costes iniciales totales de estos sistemas. Combinado con la energía solar, este sistema permitiría al consumidor generar su propia energía y venderla a la red durante las horas punta a tarifas más altas”, concluye Tahir.
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