En la carrera hacia la descarbonización resulta imperativo actuar sobre el transporte por carretera, y concretamente en los camiones de largo recorrido. La empresa escocesa Hydrogen Vehicle Systems (HVS) lleva trabajando desde 2017 para que sea una realidad comercial el camión de pila de combustible de hidrógeno.
Actualmente, HVS se encuentra en fase de desarrollo de camiones de hidrógeno a partir de un chasis modular y cabinas aerodinámicas. Al ser una empresa pequeña, no se ocupa de desarrollar cada componente, sino que se apoya en la oferta existente de empresas del sector para integrarlos dentro de sus chasis.
De momento hay dos prototipos. Por un lado está el HVS Beta, un camión de 4.250 a 7.000 kg de MMA en configuración chasis cabina. Su pila de combustible de 50 kW de potencia le permitiría recorrer de 350 a 415 km con una carga de 10 kg de hidrógeno a 350 bares de presión. Es un chasis de cuatro ruedas y las posteriores son motrices; en otras palabras, 4×2.
Por otro lado está el HVS AlphaX, un tractocamión de casi 8 toneladas para mover un conjunto de 19 toneladas. Su pila de combustible es considerablemente más potente, son 200 kW. Con una carga de 32 kg de hidrógeno a 350 bares, la autonomía oscila entre 505 y 830 km. La configuración es la misma, 4×2, aunque eso es bastante flexible.
El chasis de estos camiones se ha diseñado para ser lo más modular posible, pudiendo variar tanto la distancia entre ejes (batalla) como la distancia del extremo anterior hacia el eje trasero (voladizo trasero), en función de las necesidades del operador. En el mundo del vehículo industrial, los fabricantes deben ser flexibles porque hay necesidades muy variopintas.
En función de la distancia entre ejes, es posible colocar más o menos bombonas de hidrógeno gaseoso comprimido. Es posible equipar botellas de 700 bares de presión, que almacenan el doble de hidrógeno y permiten el doble de autonomía. Las bombonas se ubican en los laterales, mientras que las baterías de iones de litio se colocan en el centro, así se optimiza el reparto de pesos. Las pilas de combustible se colocan sobre el eje delantero, y sobre ellas van las cabinas.
Hay que recordar que las pilas de combustible no dan la energía directamente a los motores, sino que se usan para recargar las baterías, que pueden dar más potencia que las propias pilas durante kilómetros, y cuando no haga falta tanto consumo, recuperan la carga. En otras palabras, actúan como “esponjas” de energía. Las pilas de combustible funcionan de -25 a 40 ºC.
De momento, HVS cuenta con más de 400 pedidos de sus camiones de hidrógeno. A diferencia de los fabricantes tradicionales, no se trata de un chasis de camión diésel adaptado, y argumentan que son mucho más flexibles. Eso también implica que su modelo de negocio es más delicado, porque no se pueden financiar mientras tanto vendiendo camiones de los de toda la vida.