El legendario circuito de Mónaco acoge la 7ª carrea de la Fórmula E

Avanza la séptima temporada de la Fórmula E con la séptima carrera, tras la caótica cita de Valencia. El circuito de Mónaco, probablemente el más emblemático del automovilismo, acoge el sábado, día 8, la ronda. Por primera vez, los monoplazas se enfrentarán a cuestas de subida, lo que exigirá nuevas estrategias para optimizar la energía. La organización ha aprovechado para explicar los grandes desafíos de la Fórmula E.

Alberto Longo, director del Campeonato de Fórmula E, lo explica así:

“En muchos sentidos, este circuito está hecho para la Fórmula E: es un circuito urbano rápido y estrecho que verá muchas oportunidades para adelantar. Realmente pondrá a prueba la gestión de la energía del conductor con pendientes pronunciadas y secciones de alta velocidad”.

Los grandes desafíos de la Fórmula E

La organización de la Fórmula E ha explicado la complejidad de la competición. Las diferencias son muchas para los pilotos, por la energía, autonomía, el Attack Mode, etc. Además, desde el comienzo se ha centrado en la sostenibilidad, medioambiental y presupuestaria, así como en el entretenimiento.

Y no debemos olvidar que es una punta de lanza para el desarrollo de la movilidad eléctrica, por lo que mantiene un vínculo entre la industria, el deporte y el usuario final. Realmente es un gran laboratorio para avanzar en la electrificación y concienciar sobre un deporte más sostenible.

Según ellos, los cinco factores que convierten a la Fórmula E en una categoría especialmente difícil para pilotos y equipos son:

Máxima igualdad entre equipos

Inicialmente todos los equipos tenían las mismas herramientas: coche, motor, baterías, etc… Ahora, ha evolucionado y convertido en toda una exhibición tecnológica. Sólo el chasis y las baterías son comunes. Motores, conversores y ejes son de cada marca.

Eso sí, la potencia es la misma: 340 CV (250 kW) en modo clasificación, 270 CV (200 kW) en carrera, en 320 CV (235 kW) en modo ataque y 340 CV (250 kW) con Fanboost.

En la Fórmula E hay doce equipos y veinticuatro monoplazas, con otros tantos pilotos al volante. Lo bueno es que siempre es incierta la victoria, porque no hay un dominio claro, como hemos ido viendo.

Pilotos experimentados

Aunque muchos pilotos proceden de la Fórmula E, su experiencia es muy positiva pero no asegura la victoria. Las carreras son complicadas, los circuitos urbanos, estrechos, los adelantamientos, difíciles, y la gestión de la energía, vital. Además, adquiere mucho más significado ocupar la pole en la clasificación.

Piloto y equipo deben gestionar el ritmo de carrera para aprovechar al máximo la energía disponible y poder llegar a meta. Además, la frenada regenerativa también tiene gran influencia. Y todo ello, con peleas constantes, la defensa o ataque de posiciones y las diferentes estrategias de los rivales.

La gestión del Attack Mode y la posibilidad de que tus fans interactúen mediante el Fanboost son alicientes añadidos.

Por si fuera poco, el trazado de los circuitos es secreto hasta poco tiempo antes de la carrera. Así, ninguno de los pilotos parte con ventaja.

Circuitos urbanos

La Fórmula E se disputa en circuitos urbanos. Con ello consiguen acercar al público y llevarle a sus ciudades un deporte del motor que no contamina. Además, la competición, como decíamos, ayuda al desarrollo futuro de los vehículos eléctricos de calle.

Además, como no se conocen los trazados hasta el último momento, los pilotos se enfrentan a circuitos sobre calles reales, con baches, grietas, etc…

Realmente, el circuito es un terreno completamente desconocido para pilotos y equipos hasta la celebración de cada E-Prix. Las escuderías solo disponen de dos sesiones de test libres para tomar todos los datos posibles y conseguir la mejor puesta a punto para el coche. Asimismo, es sólo esa experiencia la que permite que los ingenieros ayuden a sus pilotos en la estrategia de carrera.