- La operadora de puntos de carga Powerdot viaja de Barcelona a París en un Audi Q6 eléctrico para responder a una de las grandes preguntas de la movilidad eléctrica: ¿se pueden hacer viajes largos en eléctrico?
- La clave está en los puntos de recarga rápida y ultrarrápida que reducen el tiempo de espera en cada recarga
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El ‘quién es quién’ en la recarga de vehículos eléctricos en España
Cada vez son menos los usuarios que dudan acerca de la idoneidad de los vehículos eléctricos para la ciudad. Pero los sigue habiendo que se muestran preocupados cuando se trata de afrontar viajes largos con un enchufable.
Teniendo en cuenta que los coches tienen cada vez más autonomía (sirva como ejemplo el nuevo Tesla Model Y, que promete recorrer hasta 700 km sin parar a recargar) y que la red de puntos de carga es cada vez más numerosa (especialmente los puntos de carga rápida en carretera), la teoría dice claramente que sí. Pero como los números sobre papel no siempre son suficientes, se agradecen pruebas prácticas y reales como la que acaba de llevar a cabo Powedot.
De Barcelona a París en coche eléctrico
Tres son los protagonistas de esta historia: Powerdot, operadora de puntos de recarga en Europa; Kempower, fabricante de soluciones de recarga rápida; y un Audi Q6 e-tron. Si, además, ponemos nombres y apellidos, al volante del eléctrico han ido: Ferran Menescal, Sales Manager en Iberia de Kempower, Carlos Álvarez, director de operaciones de Powerdot España y César Ciaurriz, coordinador de operaciones de Powerdot España.
El reto: demostrar que viajar en coche eléctrico de Barcelona a París empleando solo puntos de recarga de Powerdot es posible.
El viaje se completó en 12 horas (si le preguntas a Google Maps te dirá que para ese mismo recorrido un vehículo de combustión necesita 10 horas y 35 minutos), incluyó tres paradas en estaciones de carga de Powerdot en ubicaciones clave a lo largo de la ruta, como el hotel Ibis Perpiñán, el supermercado Intermarché Massiac y el restaurante Léon de Bruxelles Bourges en Francia.
Estas estaciones están equipadas con tecnología de carga rápida de Kempower, que permite cargas de hasta 200 kW en tan solo 30 minutos. En total, el equipo pasó únicamente 120 minutos recargando el vehículo, utilizando ese tiempo para desayunar, comer algo ligero y estirar las piernas.
Durante el viaje, se probaron varios métodos de pago, incluyendo la aplicación de electromovilidad, el código QR presente en todos los cargadores y la tarjeta RFID. Además, los viajeros aprovecharon el sistema de distribución dinámica de potencia de los cargadores, que optimiza el tiempo de carga al asignar de manera eficiente la energía entre todos los vehículos conectados.
En primera persona
“Planificamos bien el recorrido, y fue fácil encontrar disponibilidad de carga rápida durante todo el trayecto, lo que resalta el crecimiento de la infraestructura para VE en Europa”, afirma Ferran Menescal de Kempower.
“Los 37.000 puntos de recarga operativos hoy en España son más que suficientes para el parque de eléctricos y los operadores como Powerdot, seguimos enfocados en traer más infraestructura de recarga ultrarrápida a los usuarios” añade Carlos Álvarez.
Por su parte, César Ciaurriz, de Powerdot, ha subrayado que “las paradas para cargar coincidieron exactamente con los descansos naturales, por lo que la duración total del viaje no se vio repercutida”. Además, añade que “los viajes en VE no sólo son posibles hoy en día, sino, que en mi opinión, la experiencia de conducción no tiene nada que envidiar a la de un vehículo térmico.”
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe