Dicen que no está bien comparar, pero a veces hay que hacerlo para ver si los que lo hacen mejor sirven de impulso a los que no lo hacen tan bien. Con esta intención, repasamos algunas pinceladas del plan de ayudas a la compra de coches eficientes que acaba de aprobar Francia para 2019.
Francia siempre has sido un referente en lo que a seguridad vial se refiere para nuestro país.
El permiso por puntos español, por ejemplo, nació como réplica del que se utilizaban dese hace años los conductores franceses. Lo mismo se puede decir de la reducción del límite de velocidad a 90 km/h en carreteras convencionales que acaba de aprobar el Gobierno con los resultados conseguidos en el país galo como referente.
Pero hay algo en lo que parece que, al menos de momento, no hay réplica. Cerramos 2018 con el anuncio de un Plan VEA 2019 que destinará 55 millones de euros a incentivar la compra de coches eficientes.
Nos pareció una buena noticia, sobre todo después de un año en el que no hubo ayudas a nivel gubernamental; pero ahora que hemos visto lo que han aprobado en Francia, nos viene a la memoria la petición que puesto en marcha la Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos (AUVE) a través de Change.org para que en España haya ayudas similares a las europeas.
600 millones de euros de presupuesto
Francia ha aprobado un plan estatal pensado no tanto para impulsar la venta de coches eléctricos como para renovar el parque móvil nacional con vehículos menos contaminantes.
Cuenta con un presupuesto de 600 millones de euros con los que premia más la entrega de un vehículo usado contaminante que la compra de un vehículo nuevo eficiente.
También tiene en cuenta la renta de los conductores, por eso da 1.000 euros a quienes envíen al desguace un vehículo diésel matriculado antes de 2001 o uno gasolina matriculado antes de 1997 y a cambio compran uno nuevo o de segunda mano con emisiones de menos de 122 gramos de dióxido de carbono (CO2) por kilómetro.
Los conductores que por sus ingresos no estén obligados a presentar declaración de la renta en lugar de 1.000 recibirán 2.000 euros; o 4.000 euros si demuestran que cada día recorren más de 60 kms para ir y volver a su puesto de trabajo. Si, además, cambian su vehículo contaminante por uno eléctrico, la ayuda asciende a 5.000 euros.
Esta última cifra es muy similar a la que ofrece el Gobierno de España, la diferencia está en la dotación. El salto de 55 millones a 600 millones supondría multiplicar por 10 el número de solicitudes admitidas a trámite y alargar el duración de los planes de ayudas más allá de los dos o tres días que tardan los actuales en agotarse.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe