Uno de los grandes temas de discusión acerca de la sostenibilidad de los vehículos eléctricos tiene que ver con sus procesos de recarga.
Es común escuchar aquello de que, si la energía que alimenta al vehículo en el punto de carga no tiene origen renovable, el coche eléctrico como vehículo sin emisiones deja de tener sentido.
Sin embargo, los usuarios tienen alternativas para asegurarse de que la electricidad que consumen sus coches eléctricos procede de fuentes de generación de energía renovables. Vamos a ver qué opciones hay.
Recarga pública para cargar tu coche eléctrico sin contaminar
A la hora de hacer uso de la la infraestructura de recarga pública, tenemos opciones para asegurarnos de que estamos consumiendo electricidad renovable.
Una de las instalaciones que nos garantiza esto son las electrolineras solares, también conocidas como fotolineras.
Este tipo de estaciones de recarga cuenta con una estructura de paneles solares en sus tejados, bajo los que se aparcan los vehículos para cargarlos. Así, los paneles fotovoltaicos son los encargados de suministrar electricidad a los puntos de carga.
Además, las fotolineras suelen contar también con una batería de almacenamiento, a la que llega la energía que no se utiliza para ser usa posteriormente en momentos de menos intensidad solar. De igual manera, es habitual ver seguidores de sombra en estas instalaciones, cuyo objetivo es aprovechar la luz solar al máximo.
Esta es una de las claves para explicar el rendimiento de una instalación solar de autoconsumo. Una de las dudas que con más frecuencia se plantea es si las instalaciones fotovoltaicas funcionan en días nublados o por la noche.
La respuesta es que, durante las horas de sol, la instalación genera la energía suficiente para la recarga de vehículos eléctricos, almacenando la energía sobrante. Así, cuando las condiciones no son favorables para la generación de energía, como en los días nublados, la electrolinera continúa generando energía. Eso sí, en menor cantidad. Pero lo compensa con aquella que está almacenada y, si es necesario, recurriendo a la red eléctrica.
Energía eólica para alimentar a los coches eléctricos
La energía eólica también tiene su sitio dentro de las alternativas para cargar un coche eléctrico sin contaminar.
En 2020, hablábamos de una nueva red de carga rápida europea, Kallista Energy, cuyo objetivo es instalar 80 estaciones de carga en las principales autopistas de Francia para 2024.
Según informaba la compañía, los cargadores tendrán potencias entre 50 y 350 kW y estarán alimentados con energía eólica. Además, cada estación contará con suficiente energía renovable como para recorrer 10 millones de kilómetros anuales, el equivalente a dar 250 vueltas al mundo cada año.
Por último, y no menos importante, cabe destacar que la energía que no sea utilizada se inyectará a la red, aumentando la participación de las energías renovables. Además, cuando el viento no sea suficiente para satisfacer la demanda de los puntos de carga (menos del 20% del año), la electricidad se consumirá de aquellos proveedores que garanticen un suministro 100% renovable.
Lo que de verdad contaminan los coches eléctricos más vendidos en España
Autoconsumo fotovoltaico para la recarga doméstica
Si lo que queremos es cargar en casa nuestro coche eléctrico sin contaminar, el autoconsumo fotovoltaico es, sin duda, la mejor de las opciones.
Los sistemas fotovoltaicos de autoconsumo captan la luz solar y, mediante un inversor, la energía fotovoltaia se transforma en electricidad para alimentar la red eléctrica del hogar. Además, los excedentes de energía solar pueden ser volcados de nuevo a la red y obtener una remuneración por ellos.
Decimos que el autoconsumo fotovoltaico es la mejor opción para cargar tu coche eléctrico sin contaminar porque, entre otras ventajas, puede abaratar hasta un 30% la factura general.
Otro de los beneficios es que esta tecnología se ha abaratado de forma notable en los últimos años, un 50% aproximadamente, y su eficiencia es ahora mismo realmente fiable. La vida útil de los paneles solares oscila entre los 25 y 30 años y el precio de una instalación doméstica se sitúa en cerca de 3.000 euros.
El autoconsumo, además, es prácticamente la única manera actualmente de demostrar fielmente que se puede circular con un vehículo eléctrico garantizando que la energía es 100% renovable.
Imagen: DepositPhotos.
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