Seis ventajas contra cuatro inconvenientes, el saldo final inclina la balanza a favor del uso de autobuses eléctricos como medio de transporte en las urbes
Movertis, plataforma especializada en la gestión de flotas, ha recopilado las que, a su juicio, son las seis principales ventajas del uso de autobuses eléctricos. También ha encontrado cuatro inconvenientes.
Empezamos con las ventajas:
- Menor coste de consumo
Uno de los costes más relevantes en una empresa de autobuses es el combustible. Un autobús convencional consume grandes cantidades de un combustible caro, como el gasoil o gasolina. La electricidad resulta hoy al menos más económica en comparación, algo que será de especial utilidad para aquellos autobuses que recorran muchos kilómetros. - Espacio mejor distribuido
El motor de propulsión eléctrica ocupa menos espacio y es más versátil que los habituales motores de autobús. De este modo, el espacio queda mejor aprovechado y distribuido, ganando en comodidad y confort. - Menor contaminación atmosférica
El compromiso con el medio ambiente es cosa de todos, también del sector del autobús. Con un autobús eléctrico se rebaja drásticamente la polución emitida a la atmósfera. - Ayudas y subvenciones de las administraciones públicas
En consecuencia a la ventaja anterior llega ésta. Para promover el uso de una energía más ‘ecoamigable’ como la eléctrica, las administraciones públicas ofrecen distintas ayudas. - No producen ruidos
No sólo debe preocuparnos la contaminación atmosférica, también la acústica. Un autobús convencional provoca una serie de ruidos debido a la combustión de su motor. En cambio, un autobús eléctrico resulta casi imperceptible al oído. - Mantenimientos económicos
Un autobús requiere de mantenimiento constante. No solo en cuanto a reparaciones, sino sobre todo en mantenimiento preventivo. El coste que supone el mantenimiento de un autobús eléctrico resulta inferior al de sus competidores clásicos.
Vamos ahora con los inconvenientes, son cuatro:
- Menor autonomía
Aunque se están realizando importantes avances en este aspecto, lo cierto es que un autobús eléctrico sigue teniendo una autonomía sensiblemente inferior al resto de sistemas competidoras. Este hecho desaconseja su utilización para largas rutas. - Precio de compra del autobús
Con el paso de los años el precio del autobús eléctrico ha descendido, y se espera que aún lo haga más. Además, como ya hemos comentado, los interesados recibirán ayudas del Estado para su adquisición. Pese a todo ello, el precio de compra de un autobús eléctrico resulta superior, condición que puede echar atrás a más de uno. - Menor potencia
Por su propia naturaleza, un autobús debe ser muy potente. Se trata de un vehículo muy pesado, destinado a transportar a gran cantidad de personas. Necesita un motor que le ofrezca el impulso necesario para hacer frente a ello. Aunque ha demostrado una potencia suficiente, no deja de ser cierto que el autobús eléctrico no logra la potencia máxima de sus competidores. - Tiempo de recarga de las baterías
Una de las principales ventajas de un motor de gasolina o gasoil es que su tiempo de recarga es muy corto. En cuestión de pocos minutos el depósito puede quedar lleno. Por lo contrario un autobús eléctrico necesita varias horas para cargar totalmente sus baterías.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe
Noelia tengo que estar en contra con tu opinión que un autobús eléctrico producen menos ruido que uno de combustión.
Es verdad que un motor eléctrico es silencioso, pero los ventiladores que llevan en la parte superior para refrigerar generan 5 veces mas ruido que uno de combustión.
Como dice el artículo, de momento no es aconsejable para largas rutas. Aún queda mucha vida para camiones y autobuses de largo recorrido propulsados por gasóleo, aunque es cierto que es el ruido y el humo de los autobuses urbanos el más molesto, así que afortunadamente, son los primeros que han podido sustituir al gasoil.