Hemos charlado con Raimundo Sala, vicepresidente senior y director de UniversalPay sobre la situación actual de la red de recarga en España, en general, y las opciones de pago, en particular.
Movilidad Eléctrica (ME). ¿Cuál es su visión de la situación actual de la recarga en España?
Raimundo Sala (RS). La falta de una red de recarga suficiente es una de las grandes barreras a las que se enfrenta el desarrollo de la movilidad eléctrica.
Desde el ámbito público y privado se está intentando acelerar su implantación, aunque sin demasiado éxito. Una de las últimas medidas adoptadas, ha sido el real decreto-ley 29/2021 que entró en vigor el pasado mes de enero, por el que se establece la obligatoriedad de disponer de un punto de carga en todos los aparcamientos privados no residenciales con más de 20 plazas, y disponer de puntos extra por cada 40 plazas.
Al hilo de esto, hace apenas unos meses, leíamos la noticia de que Mercadona anunciaba una inversión de 21 millones para instalar 5.000 cargadores semirrápidos para vehículos eléctricos en sus centros. El comunicado remitido por la compañía señalaba que el cliente podría hacer todas las gestiones a través de la aplicación móvil de los proveedores colaboradores en este proyecto Iberdrola y Repsol, mediante los servicios Recarga Pública Iberdrola y Waylet de Repsol.
ME. Iniciativas como la Mercadona son entonces una buena noticia para el sector, pero parece que no le termina de convencer…
RS. Lo cierto es que, sin estas compañías, los avances en movilidad eléctrica serían imposibles, pero, es importante que todas ellas tengan en consideración una de las debilidades del sector que está produciendo verdaderos quebraderos de cabeza a los consumidores: el momento de pago.
En la gran mayoría de estaciones de recarga, para pagar, tenemos que descargarnos la aplicación de la red y registrarnos con una cuenta. A veces, incluso se pide a los clientes que transfieran una cantidad mínima de crédito a su perfil para poder empezar, lo que lleva tiempo y puede resultar muy incómodo.
ME. Como experto en métodos de pago, ¿cuál es la solución?
RS. Debemos de apostar por soluciones tecnológicas que permitan facilitar el pago universal en los puntos de recarga por parte de los usuarios.
¿Cómo es posible que se pueda repostar sin ningún problema en cualquier estación de servicio, independientemente de la compañía a la que pertenezca, pero no en el caso de los puntos de carga eléctrica? Si utilizas un coche de gasolina, simplemente sirves lo que necesitas y pagas, tanto en efectivo como con tarjeta. No es necesario descargar ninguna aplicación móvil, tampoco dar de alta ningún perfil, ¿por qué no sucede lo mismo con los vehículos eléctricos? ¿no es posible universalizar y democratizar las formas de pago?
Las recargas en los puntos de acceso público requieren de una experiencia de pago única, de un estándar global y de una intermodalidad total entre los diferentes operadores y, es ahí, donde el pago electrónico, ya sea con tarjeta o con dispositivo móvil, y la tecnología contactless se consolidan como soluciones óptimas, universales y escalables.
A nuestro país le queda mucho por hacer en muy poco tiempo, esperemos que las prisas no socaven un proyecto que debe sentar las bases de un futuro más eficiente y limpio. Como veíamos, en esta carrera será clave entender las necesidades de los consumidores que, en realidad, no son muchas. Básicamente disponer de más cargadores para aumentar la viabilidad de los trayectos de larga distancia y del propio servicio. También, poder pagar de forma fácil y sencilla, sin la necesidad de perder el tiempo en el proceso o llenar el móvil de decenas de aplicaciones
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe