A principios del mes de julio, la marca china de automóviles Geely anunciaba su intención de vender en China los primeros vehículos híbridos con batería de metanol como un primer paso para iniciar la venta de ese tipo de vehículos en Europa, cuyo rodaje en fase de pruebas ya se ha ido realizando en Dinamarca e Islandia.
Según anunció la compañía, que lleva investigando los vehículos impulsados por metanol desde el año 2005 y que ya ha presentado al mercado chino varios miles de automóviles de este tipo, el modelo en cuestión será una adaptación de su popular sedan de la serie Emgrand al que se proveerá de un motor de 1,8 litros alimentado por metanol y una batería de litio, con lo que se conseguirá un ahorro del 40% sobre su homólogo de gasolina. El modelo estará a la venta por poco menos de 20.000 euros.
El metanol: ventajas e inconvenientes
El metanol es un líquido incoloro y muy tóxico, obtenido por destilación de la madera a baja temperatura o mediante la reacción del monóxido de carbono y el hidrógeno, que se emplea para desnaturalizar el alcohol etílico y como aditivo de combustibles líquidos. El metanol es el alcohol de molécula más simple.
El tema de las baterías de metanol no es nuevo, ya que llevan rondando los proyectos de diversos fabricantes e innovadores desde hace casi 20 años, pero en los últimos meses parece que se está dando un gran impulso a este asunto y por lo tanto es importante contar dónde estamos en el desarrollo de las baterías de metanol.
Las ventajas que se proponen desde el Instituto del Metanol son el bajo coste del combustible, usando la tecnología adecuada, su facilidad de almacenar y transportar y su bajo coste de almacenamiento a bordo del vehículo, pues es líquido a temperatura ambiente. Además, al ser un combustible bajo en carbono tiene un futuro renovable y emisiones de escape limpias: sin NO2, SO2 ni partículas metanol. Su producción es un proceso maduro.
Por otro lado, los principales inconvenientes son que, en la producción tradicional de metanol se consume mucha energía, lo que supone expulsar a la atmósfera las partículas de CO2 que no se expulsarán durante su combustión. Es por ello que desde el mencionado Instituto del Metanol proponen que se incentive la producción de metanol a partir de la biomasa y los desechos agrícolas, forestales y desechos municipales. Además, aducen que la carga con metanol se puede hacer apenas adaptando levemente las infraestructuras existentes.
¿El combustible del futuro?
A pesar de las expectativas que este nuevo combustible ha despertado, El País ya se preguntaba el pasado mes de febrero si el metanol sería el combustible del futuro, e informaba de que el fabricante de deportivos híbridos Karma trabajaba en una pila de combustible de metanol. Del mismo modo, en 2019, el laboratorio de electroquímica molecular de la Universidad de París consiguió sintetizar metanol de una forma sencilla, a partir de CO2, agua y electricidad (que puede provenir de fuentes renovables), y utilizando un elemento catalizador de muy bajo coste con unos resultados prometedores para su producción a gran escala. Su desarrollo no está tan claro, y según informaba por esas fechas Green Zones, las celdas de metanol diseñadas por Roland Gumpert, ex ingeniero de Audi, no habían recibido el visto bueno del Ministerio de Transportes alemán, debido al consumo de energía necesario para su producción.
Para evitar estos problema, se están diseñando vehículos híbridos como el modelo con el que abríamos esta información. En esa misma tendencia, Natural Gas Intel informaba el pasado mes de junio que un Renault Zoé EV modificado, equipado con una unidad de pila de combustible de hidrógeno a base de metanol, recorrió más de 1.600 kilómetros, la distancia más larga recorrida sin recargar combustible para un vehículo eléctrico de celdas de combustible (FCEV), según Advent Technologies Holdings Inc.
Emory De Castro, Director de Tecnología de dicha empresa, aseguraba:
“Este nuevo récord mundial representa un gran ejemplo de cómo las celdas de combustible pueden producir energía limpia e ininterrumpida mientras reemplazan la necesidad de combustibles convencionales”.
Los promotores de este experimento consideran que, si se produce a escala, la unidad de celda de combustible agregará un coste adicional limitado a un vehículo en comparación con un vehículo eléctrico puro, pero ese coste se vería compensado porque el vehículo tendría una batería más pequeña, lo que con la subida actual del precio de litio, podría llegar a compensar antes de lo que se piensa.
Hyundai Motor Co., Honda Motor Co. y Toyota Motor Corp. han puesto en el mercado un total combinado de 10 modelos FCEV desde 2021. Y Geely, con las millonarias inversiones que lleva realizando desde hace tiempo en este tipo de tecnología, es uno de sus más firmes partidarios. Lo que parece es que, de momento, las pilas de metanol solo pueden considerarse una solución, puede que a nivel local, donde se cuenten con grandes cantidades de desechos agrícolas y forestales, hasta la utilización de tecnologías verdaderamente limpias.
Desde China, Pedro Ceinos.
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