Ayer, 18 de marzo, la Comisión Europea se reunió para hablar del cambio hacia vehículos limpios en la UE. Presentó una “hoja de ruta”. Fue durante el Foro de la Industria Automovilística celebrado en Craiova (Rumanía).
La Comisión presentó y debatió con los Estados miembros, la industria y la sociedad civil una “hoja de ruta”. La institución europea propuso tomar ciertas medidas para impulsar el cambio hacia vehículos limpios. Se han recogido en esa ‘hoja de ruta’, realizada con la colaboración de expertos nacionales.
La primera medida propuesta es una petición formal a la industria del automóvil. Piden que incentiven la revisión de los vehículos afectados por la manipulación de emisiones en motores diésel.
La hoja de ruta y el escándalo de las emisiones
Lo cierto es que la mayor parte de los vehículos afectados por las emisiones no han pasado esa revisión obligatoria. Eso después de más de tres años de comenzar el problema. La propia Comisión Europea reconoce la importancia del hecho.
Por ello, propone a las marcas que den incentivos a sus clientes para que lleven a cabo dicha revisión. Como ejemplo: ofreciendo recargas gratuitas de combustible, recogidas también gratuitas, coches de reemplazo o extensiones de garantía de componentes afectados.
La Comisión considera que el cumplimiento de las normas, aprobadas a raíz del escándalo, es una obligación continua. Asimismo, juzga que es la única manera de hacer que el ciudadano recupere la confianza en la industria.
En esa línea, y más allá de las disposiciones establecidas entonces, la Comisión cree necesarias una serie de acciones adicionales. Así, ha pedido a los Estados miembros que adopten medidas para alcanzar la revisión del 90% de los vehículos afectados.
La movilidad eléctrica, la respuesta para el futuro
La comisaria de Industria y Mercado Interior, Elzbieta Bienkowska
, entregó ayer al ministro rumano de Economía, Niculae Badalu, la “hoja de ruta”. Rumanía ostenta este semestre la presidencia de turno de la UE.
La discusión en Craiova se produce después de la primera “Cumbre Europea del Diésel“, celebrada el 6 de noviembre de 2018 en Bruselas.
Bienkowska, entonces, pidió a los ministros nacionales que se reunieran y discutieran soluciones para evolucionar el parque automovilístico europeo. Diversos ministros no confirmaron su asistencia, por lo que la convocatoria ministerial finalmente se redujo a una reunión técnica.
Sin embargo, la ministra ya hizo una reflexión sobre la necesidad de una rápida adaptación de la industria europea del automóvil. Explicó que la anticipación era importante para que la industria fuera competitiva a medio y largo plazo.
Según la Comisión Europea, la movilidad eléctrica es claramente la movilidad del futuro. Bienkowska añadió en esa “Cumbre” que, para impulsar esa transición, los fabricantes debían “invertir definitivamente en este tipo de movilidad, y no tanto en mejorar los motores de combustión”.
Lo cierto es que muchos países y ciudades han empezado a tomar medidas, en relación a la gasolina y el diésel. Pero también es cierto que si muchos de los afectados por el escándalo de las emisiones no han pasado revisiones, por Europa ruedan muchos vehículos contaminantes que, tras la pertinente revisión, emitirían menos.