Al igual que la inmensa mayoría de los SUV eléctricos que hay a la venta, el Ford Mustang Mach-E es principalmente un coche de carretera, un turismo sobreelevado, pero nada más parecido a un todoterreno salvo rasgos estéticos. Por lo visto, Ford está preparando una versión que se sienta más cómoda lejos del asfalto, el Ford Mustang Mach-E Rally.
La información que tenemos de él, de momento, es escasa. El próximo fin de semana hará su debut en el Festival de la Velocidad de Goodwood, que se está celebrando estos días. Estará al mando el piloto del equipo M-Sport Ford Puma Hybrid Rally, Ott Tänak, que ya sabe lo que es ganar un campeonato del mundo. Manos muy expertas domarán al pony car en la subida a Goodwood.
El fabricante ha indicado que será el primer Ford Mustang de cinco plazas inspirado en el mundo de los rallies. Estará disponible próximamente tanto en su mercado natal, Norteamérica, como en Europa. Actualmente es un prototipo y no tiene homologación, de hecho, no hemos visto su aspecto definitivo, lo tapa parcialmente el camuflaje -y no, no será de serie ese camuflaje, tampoco una opción-.
“El Mustang Mach-E tomó la libertad y la diversión de Mustang y la hizo cero emisiones. Ahora, con el Mustang Mach-E Rally, ofrecemos a nuestros clientes la libertad de aventurarse fuera del asfalto e ir más allá de los caminos de tierra”, dijo Darren Palmer, vicepresidente de Programas de Vehículos Eléctricos de Ford Model e.
Aunque el fabricante no lo especifica, las modificaciones apuntan a un mayor recorrido de suspensión, modificaciones en los bajos para tener más ángulos de ataque, ventral y salida, y neumáticos de mayor perfil y carácter todocamino montados en llantas más adecuadas para ese propósito. La tracción total casi se da por descontado y ya existe en el Mustang Mach-e para carretera.
A nivel visual, se distinguen en el prototipo nuevos guardabarros, llantas de clara inspiración OZ, neumáticos de tacos BFGoodrich All Terrain T/A, un llamativo alerón en la parte superior y algunas modificaciones en las piezas inferiores de la carrocería. La parrilla frontal está tapada, tiene los faros encastrados -como el Mustang GT clásico- y un gancho para remolcar.
Dentro del habitáculo los cambios son más discretos. Llaman la atención los asientos delanteros, con un material brillante en la parte superior, al igual que en el volante, tapicería específica con pespuntes de contraste y distintos materiales para los guarnecidos. Se intuyen pedales con inserciones de goma para maximizar el agarre con botas. Más allá de alfombrillas de goma, pocos más cambios debería tener.
Probablemente, la versión de serie se conduzca mejor en pistas de tierra que el modelo normal, pero no será un todoterreno al estilo del Jeep Compass 4xe Trailhawk, una de las alternativas. En todo caso, habrá que esperar.