Por orden europea, a partir de 2022 los coches serán más seguros. La UE ha aprobado una normativa que recapitula 10 sistemas de seguridad que tendrán que montar todos los modelos nuevos en 2022 y todos los que salgan de fábrica a partir de 2024
Además de contra los excesos de contaminación, la Unión Europea trabaja duro para reducir los accidentes de tráfico. Su última medida no se basa en castigar a los conductores infractores, sino en equipar los vehículos con tecnologías que o bien impidan cometer esas infracciones o al menos minimicen las consecuencias.
Para ello ha aprobado un listado de sistemas de seguridad que tendrán que montar todos los modelos nuevos a partir de 2022 y todos los que salgan de fábrica después del 1 de enero de 2024.
Estos son los 10 sistemas de seguridad que tendrán que montar todos los coches:
Alerta de somnolencia
Con una serie de sensores, el coche registra datos de la actividad corporal del conductor que revelan que necesita descansar (si parpadea, dónde fija la vista…). Cuando detecta que el conductor está perdiendo atención envía una alerta sonora y/o acústica para que haga una parada.
Contra las distracciones
Si el coche descubre que su piloto está usando el móvil o el navegador emitirá un pitido hasta que deje de hacerlo.
Caja negra
La tecnología será la misma que la que utilizan los aviones: una caja negra que registra todo lo sucedido en los instantes previos al accidente.
No evita el siniestro, pero como delata qué o quién ha tenido la culpa ayuda a prevenir las causas de mayor siniestralidad.
Alerta de cambio involuntario de carril
Esta tecnología que alerta al conductor cuando empieza a invadir el carril contrario de manera involuntaria ya es conocida.
Hay varios grados, desde la tecnología que solo avisa, hasta la que si no hay respuesta por parte del conductor toma el control del vehículo y rectifica la dirección.
Frenada de emergencia
Muchos coches actuales montan ya este sistema de seguridad que mediante una alerta señal o acústica avisa de la presencia de algún obstáculo (puede ser un peatón) para que el conductor reduzca la velocidad. Hay tecnologías más avanzadas que si no perciben reacción del conductor toman el control del sistema de frenos para evitar un choque o atropello.
Cámaras o sensores de marcha atrás
De gran ayuda para aparcar, pero también aumentan la seguridad de los peatones.
Alerta de cinturón también en las plazas traseras
El mismo pitido que delata a un conductor o copiloto que no usan el cinturón de seguridad lo hará para advertir de que los ocupantes de las plazas traseras no se han abrochado este sistema de retención.
Asistente de velocidad
Este sistema, conocido como ISA, utiliza la visión artificial para leer e interpretar las señales de la carretera, con esta información actúa sobre la mecánica del coche para, en caso necesario, reducir la velocidad y adecuarla al límite máximo permitido en la vía.
Señal de frenada de emergencia
La señal de frenada de emergencia activa las luces de emergencia o lanza destellos cuando se produce un frenazo brusco, por ejemplo por la presencia de un atasco.
Preinstalación del Alcoholoc
El Alcoholoc es un dispositivo que impide que el coche se ponga en marcha si el conductor ha bebido. Para ello, antes de arrancar, el piloto debe soplar en un aparato similar al que utiliza la Guardia Civil en los controles de alcoholemia. Si detecta índices de alcohol, por mucho que lo intente no podrá arrancar.
La obligación no supone que todos los coches tengan que llevar instalado este dispositivo, pero sí deben estar preparados para ello.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe