El Senado de los Estados Unidos aprobó el pasado 7 de agosto un nuevo proyecto de ley de clima, energía y atención médica en el que invertirá una cantidad sin precedentes de 370 mil millones de dólares. El proyecto de ley incluirá programas de energía y clima para los próximos 10 años y se ofrecerán incentivos para expandir el uso de energías renovables y los vehículos eléctricos. Pero hay un “detalle” que puede hacer que el crecimiento del vehículo eléctrico no se lleve a cabo como se espera.
En Estados Unidos, la rápida adopción de vehículos en todo su extenso territorio es una de las claves para el cumplimiento de sus objetivos climáticos. Por ello, el nuevo proyecto de ley incluye incentivos de hasta 7.500 dólares por cambiar coches de combustión por eléctricos nuevos y hasta 4.000 por eléctricos de segunda mano hasta 2032.
Sin embargo, el proyecto de ley incluye condiciones que podrían dificultar que la gran mayoría de los vehículos cumplan los criterios designados para recibir estas ayudas.
A falta de la aprobación de la Cámara del Senado, el proyecto ley exige que los nuevos vehículos eléctricos cumplan con estrictos criterios de abastecimiento de materiales críticos, los componentes de la batería y el ensamblaje final. Aunque el país alberga fabricantes como Tesla y GM, con sólidas cadenas de suministro nacional, no existen más fabricantes de eléctricos que actualmente cumplan con los nuevos requisitos.
Política estadounidense para los vehículos eléctricos
Actualmente, la política estadounidense otorga créditos fiscales para los primeros 200.000 vehículos eléctricos que vende un fábricante. Como resultado de esta política, la demanda de vehículos eléctricos recibió un notable estímulo. Sin embargo, los líderes de la industria, incluidos Tesla y GM, ya han alcanzado este límite, mientras que la mayoría de fabricantes extranjeros todavía se encuentran dentro de ese tramo.
En este contexto, China posee la hegemonía mundial de la cadena de suministro de materiales y baterías de iones de litio utilizadas en los vehículos eléctricos. Este plan de dominio tiene su origen a principio de la década de los 2000, cuando las autoridades chinas adoptaron políticas de apoyo a las tecnologías avanzadas de baterías y procesamiento de materiales.
Pues bien, el proyecto de ley excluye los incentivos para cualquier vehículo nuevo que contenga materiales o componentes extraídos, procesados, fabricados o ensamblados por una “entidad extranjera de preocupación”, en la que Estados Unidos clasifica a China. Se trata de una jugada arriesgada, ya que, según Benchmark Intelligence, China actualmente controla el 81% de la capacidad global de fabricación de cátodos, el 91% de la capacidad global de ánodos y el 79% de la capacidad mundial de fabricación de baterías de iones de litio. En comparación, los Estados Unidos tienen el 0,16% de la capacidad de fabricación de cátodos, el 0,27% de la capacidad de fabricación de ánodos y el 5,5% de la capacidad de fabricación de baterías de iones de litio.
Incluso las fábricas de baterías más avanzadas de los Estados Unidos, como la Gigafábrica Nevada de Tesla, actualmente dependen de materiales procesados en China. Otro ejemplo es Ford, que tiene planes para expandir su cadena de suministro nacional pero los últimos acuerdos que ha firmado son para nutrirse de baterías del fabricante chino CATL.
Otro de los requisitos del nuevo proyecto de ley es que un porcentaje mínimo de los materiales y componentes de las baterías se obtengan a nivel nacional o de países con los que Estados Unidos tiene acuerdos de comercio justo, como Australia y Chile. Este porcentaje será sel 40% en 2023, alcanzando el 80% para 2027.
El nuevo proyecto de ley podría poner en peligro el cumplimiento de los objetivos climáticos, ya que el país necesita reemplazar los vehículos convencionales por eléctricos de forma acelerada y, para ello, una opción más viable podría ser la concesión de subsidios sin tantas condiciones para que los fabricantes tengan tiempo de diversificar sus cadenas de suministro, haciendo que los vehículos eléctricos sean más asequibles para los consumidores.
Imagen: DepositPhotos.
Fuente: AsiaTimes.
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