- Casi la mitad de los conductores de vehículos eléctricos espera más de 15 minutos para acceder a los puntos de recarga públicos.
- Sólo un 8,6% de los puntos de recarga en España ofrecen potencias suficientes para una carga rápida.
- ¿Pocos cargadores públicos? En el primer trimestre de 2025 se han instalado casi tantos puntos de recarga como en todo 2024
Conducir un coche eléctrico en España implica, en muchos casos y en determinadas épocas, como la cercana Semana Santa, enfrentarse a largas esperas y a una infraestructura aún en desarrollo. Aunque se han instalado miles de puntos de recarga en los últimos años, la mayoría no permite una carga rápida, lo que frustra a muchos usuarios.
La situación actual genera dudas entre quienes están considerando adquirir un coche eléctrico. Muchos no se sienten seguros de poder encontrar un punto disponible, operativo y suficientemente potente cuando lo necesiten. Esta falta de confianza se refleja directamente en las decisiones de compra.
Estado actual de los puntos de recarga en España
España cuenta con más de 46.000 puntos de recarga de acceso público, pero hay un matiz relevante: solo una pequeña parte de ellos está lista para una carga verdaderamente rápida. Apenas un 8,6% supera los 150 kW, lo que significa que la mayoría de los usuarios debe esperar más de tres horas para completar una carga completa.
Además, hay más de 13.000 cargadores instalados que aún no están operativos. Por tanto, el potencial de crecimiento está ahí, pero no se traduce en una mejora real para los usuarios. Buena parte de los puntos de carga activos, además, están concentrados en zonas urbanas, dejando las rutas interurbanas y las zonas menos pobladas con pocas opciones viables.
Por otro lado, el crecimiento de la red de puntos de carga no es homogéneo. Comunidades como Castilla y León, Navarra, Cantabria y Cataluña lideran el incremento, mientras que otras comunidades siguen rezagadas en términos de infraestructura de recarga.
Largas esperas en los puntos de recarga
Según datos del Foro de Movilidad de Alphabet, el 46% de los conductores de coches eléctricos en España tiene que esperar más de 15 minutos para poder acceder a un cargador. De hecho, sólo un 13% puede conectar su vehículo en menos de cinco minutos. Esta situación provoca frustración, especialmente en momentos de alta demanda, como fines de semana o vacaciones.
Soy experta en movilidad y ésta es mi opinión tras probar el mapa Reve de puntos de recarga
Además de la espera, muchos conductores desconfían de los cargadores que no pertenecen a operadores conocidos. El 27% prefiere evitar proveedores que no les ofrezcan garantías de funcionamiento, lo que limita aún más las posibilidades reales de una recarga rápida y eficiente.
La falta de fiabilidad percibida, unida a los tiempos de espera, impacta directamente en la experiencia de uso del coche eléctrico. Todo ello convierte lo que debería ser una transición sencilla hacia una movilidad más sostenible en un camino lleno de obstáculos.
¿Por qué no se usan los puntos de recarga ya instalados?
Uno de los aspectos más criticados por asociaciones como la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) es la falta de puntos operativos. A pesar de que en 2025 se han instalado miles de nuevos cargadores, muchos de ellos aún no están funcionando por motivos administrativos, técnicos o económicos.
Si estos cargadores inactivos se pusieran en marcha, España podría contar con cerca de 60.000 puntos de recarga públicos. La diferencia sería significativa, no sólo en la cantidad, también en la percepción del servicio por parte de los usuarios.
La solución no pasa únicamente por instalar más cargadores, sino por garantizar que funcionen correctamente, estén bien distribuidos y tengan la potencia necesaria para que la recarga sea rápida. Es necesario un enfoque más estratégico y coordinado.
Lo que hace falta: más rapidez y más estrategia
Los datos muestran con claridad que el 70% de los puntos de recarga públicos tienen una potencia de 22 kW o menor. Esto significa que la mayoría de los conductores necesita más de tres horas para una carga completa. En un entorno urbano esto puede ser asumible, pero en desplazamientos largos se convierte en un problema serio.
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El crecimiento de la infraestructura debería centrarse en puntos rápidos y ultrarrápidos. Además, su distribución debe responder a las necesidades reales: rutas habituales de viaje, zonas de descanso en carreteras principales y lugares con alta concentración de usuarios.
Para que la movilidad eléctrica sea verdaderamente una alternativa cómoda, es indispensable facilitar la carga en movimiento. No sólo en grandes ciudades, también en zonas intermedias y en puntos de paso. Está claro que el futuro de la movilidad eléctrica en España pasa por mejorar la red de puntos de recarga, haciéndola más accesible, potente y confiable. Esta es la única solución posible para responder a la demanda creciente y facilitar la transición hacia un transporte más sostenible.
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Soy una periodista madrileña con más de 25 años de experiencia. Cursé los estudios de periodismo en el Centro de Estudios Universitarios San Pablo CEU. A lo largo de mi trayectoria profesional he trabajado en medios como Motor 16, Km77, Car & Driver o Quad & Jet, y he colaborado con departamentos de prensa como el de BMW.