El mundo del automóvil debe mucho a unos cuantos prototipos que desafiaron lo establecido y permitieron notables avances a los coches que llevan matrículas puestas. Uno de esos prototipos es el ECO XIII del Team Delft, un prototipo que presume de ser el coche de hidrógeno más eficiente del mundo.
Pretende batir el récord mundial de eficiencia, superando la marca establecida de 2.056 kilómetros recorridos, con 1 kilo de hidrógeno. Es el equivalente a 33,33 kWh de energía utilizable, o como 3 litros de gasolina o gasóleo. Un coche eléctrico normal difícilmente hace más de 200 kilómetros con esa cantidad de energía, y uno de hidrógeno todavía menos.
Pero hay que leer la letra pequeña, es un prototipo de eficiencia extrema en múltiples sentidos. Su forma aerodinámica, inspirada en las gotas de agua, condiciona el diseño del vehículo. Por otro lado, es ultraligero, no pesa ni 100 kg gracias al empleo de fibra de carbono, utiliza neumáticos muy finos y para postre circula a velocidades muy reducidas. Es una creación de la Universidad de Tecnología de Delft (Holanda).
El ECO XIII, desvelado a principios de mayo, tratará de batir el récord mundial en la Eco-Marathon de Shell, del 23 a 25 de junio, a una velocidad media de 45 km/h y con relevo de conductores, ya que van a tener que rodar por lo menos durante 45 horas, o prácticamente dos días enteros. Antes de eso, el vehículo estará expuesto en Holanda, concretamente el 13 de junio.
Como su nombre indica, el ECO XIII forma parte de una saga de prototipos de hidrógeno que se remonta al año 2005. Todos se caracterizan por tener medidas extremas de eficiencia, pues en el mundo de los microconsumos no hay secretos: se reduce a la mínima expresión la resistencia aerodinámica, a la rodadura, la masa a mover y cualquier componente que no sea estrictamente necesario.
Este vehículo funciona como cualquier otro de pila de combustible de hidrógeno. El gas, obtenido previamente rompiendo moléculas de agua con electricidad, se mezcla con oxígeno atmosférico para producir electricidad. Como único residuo de la reacción química se produce vapor de agua. La electricidad mueve un motor eléctrico.
1 kg de hidrógeno pesa sustancialmente menos que 33 kWh de baterías electroquímicas de cualquier tipo, por lo que en cuanto a densidad energética, el hidrógeno es más ventajoso. Por otra parte, el propio tanque de hidrógeno pesa otros 950 gramos, casi 2 kg en total solo para almacenar esos 33 kWh de energía útil.
La marca existente la estableció un Renault ZOE con pila de combustible de metanol, que logró recorrer 2.055,68 kilómetros sin repostar, pero con una carga de 200 litros de combustible.