- Un nuevo informe destapa el verdadero peso de los coches con más antigüedad en la contaminación española y confirma que renovar el parque automovilístico sería esencial para reducir emisiones.
- Renovar los vehículos más viejos por modelos Euro 5 y Euro 6 podría suponer una reducción de emisiones del 36% según el último informe sobre movilidad sostenible.
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En España, el transporte por carretera se ha convertido en una de las mayores fuentes de gases contaminantes. La raíz del problema está clara, los coches con más antigüedad. La mayoría de los coches que circulan tienen demasiados años encima. «El 70% de las emisiones del transporte por carretera en España procede de los coches de más antigüedad». Este dato, recogido en el estudio «El desafío de la movilidad sostenible en España: entre la ambición y la realidad», de la consultora BIP Iberia, deja poco margen para la duda.
El documento se presenta en el contexto del Smart City Expo 2025, un evento en el que se ponen sobre la mesa los retos del futuro urbano. Allí se pone de manifiesto que el envejecimiento del parque automovilístico español afecta a la calidad del aire y al avance hacia una movilidad más respetuosa con el entorno. En otras palabras, los coches con más antigüedad siguen frenando cualquier intento de transición real.
El informe, basado en cifras de Anfac y parámetros europeos, expone que los automóviles con norma Euro 3 son responsables de más del 23% de las emisiones, mientras que los Euro 0 añaden otro 11%. En conjunto, estos vehículos siguen siendo una carga para los objetivos climáticos nacionales y europeos.
Antigüedad del parque automovilístico en España
El estudio detalla que reemplazar los coches más contaminantes, los clasificados entre Euro 0 y Euro 4, por modelos Euro 5 y Euro 6 permitiría recortar las emisiones totales un 36%. “Actuar sobre el parque automovilístico no es una opción, sino una prioridad”, afirma Giovanni Alessandrello, socio y director general de BIP Spain. Una conclusión directa: mantener los coches con más antigüedad sale caro, tanto para el aire como para el bolsillo.
Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica, en 2023 el transporte fue responsable del 32,5% de los gases de efecto invernadero del país, con el transporte por carretera aportando el 30,1%. Los gases que se desprenden de los tubos de escape, como dióxido de carbono, metano y óxido nitroso, agravan el calentamiento global y deterioran la calidad del aire que se respira a diario en las ciudades.
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Además de los efectos climáticos, los contaminantes como el monóxido de carbono o los óxidos de nitrógeno impactan directamente en la salud pública. Las zonas con tráfico intenso registran mayores niveles de enfermedades respiratorias y cardiovasculares. Por tanto, renovar el parque automovilístico se convierte en una cuestión de salud colectiva y no solo de política ambiental.
España ante el reto de renovar los coches con más antigüedad
Mientras tanto, las cifras del mercado muestran un escenario de transición desigual. Las matriculaciones de vehículos eléctricos y enchufables superaron las 115.000 unidades en 2024, un avance notable pero todavía insuficiente frente al número de coches de más antigüedad en circulación. En España, el parque automovilístico sigue creciendo, pero también envejeciendo: la edad media de los vehículos ya alcanza los 14,5 años, por encima de los 12,5 de media en la Unión Europea.
Más de ocho millones de coches clasificados entre Euro 0 y Euro 3 siguen circulando, con niveles de emisiones muy por debajo de los estándares actuales. Si se suman los Euro 4, más de la mitad del parque automovilístico no cumple con las normativas medioambientales más exigentes. Este panorama dibuja una clara desconexión entre la necesidad de avanzar hacia una movilidad más limpia y la realidad económica de los conductores.
El precio elevado de los coches nuevos, la falta de claridad sobre las futuras regulaciones y la presión económica de muchas familias explican por qué el cambio avanza tan despacio. El resultado es un mercado estancado y una reducción de emisiones más lenta de lo que exige el contexto climático. Sin incentivos más directos y una política clara de renovación, España seguirá circulando con un parque envejecido que multiplica su huella ambiental año tras año.
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Soy una periodista madrileña con más de 25 años de experiencia. Cursé los estudios de periodismo en el Centro de Estudios Universitarios San Pablo CEU. A lo largo de mi trayectoria profesional he trabajado en medios como Motor 16, Km77, Car & Driver o Quad & Jet, y he colaborado con departamentos de prensa como el de BMW.














