La pandemia ha cambiado muchas cosas. Los europeos, en general, y los españoles, en particular, damos prioridad otras cosas y enfocamos lo que viene después con otra mentalidad. También en lo que a movilidad se refiere.
No hay ninguna visión romántica en esta reflexión. Tras vivir confinados y con multitud de restricciones para limitar la expansión de la COVID-19, los usuarios valoran más la adquisición de un vehículo en propiedad; pero la compra de un coche les genera un conflicto de intereses: quieren un medio de transporte seguro, pero no sentirse culpables de hacer daño al medioambiente.
La conclusión no es nuestra, sino del recién creado Automotive Innovation Lab.
La primera acción del AIL ha consistido en una investigación a gran escala, para analizar el impacto de la pandemia en lo que los europeos sienten, piensan y hacen respecto a los coches y a su movilidad. El estudio se ha realizado en dos fases: una fase cuantitativa, con 2.000 entrevistas en Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido, precedida por una cualitativa, a través de entrevistas en profundidad.
Movilidad tras la pandemia
Del estudio se obtienen interesantes conclusiones:
- Los encuestados afirman que quieren mantener los nuevos hábitos de movilidad adquiridos durante la pandemia. El 55% ha incorporado el hábito de caminar y el 40% ha incrementado el uso de la bicicleta por tratarse de opciones de movilidad saludables.
- Mucha gente está considerando comenzar una nueva forma de vivir más equilibrada fomentada por el trabajo en remoto. Un 38% de europeos está pensando en moverse del centro de la ciudad a áreas suburbanas o rurales.
- El coche se vincula a la “independencia”. El 60% valora más tener acceso ahora un coche propio que antes de la pandemia. Concretamente, los británicos son los ciudadanos que más tienen esta percepción (65%) y los franceses los que menos (53%). Asimismo, la gente ha comenzado a sentir el coche como una extensión de su casa (51%).
- La idea de ser propietario de un coche se ha reforzado, y se ha detectado que será una tendencia al alza durante los próximos años. Un 47% de los europeos, que antes de la pandemia decían que no necesitaban un coche, prefieren tenerlo ahora y el 70% no se imagina su vida sin él.
- A pesar de que la mayoría prefiere seguir siendo propietarios, el 42% ha afirmado que estaría interesado en un servicio de suscripción, pero el precio sería uno de los factores más influyentes.
- La pandemia ha creado una tensión entre la necesidad de coches como espacios seguros y una mayor conciencia medioambiental. El 46% dice que el covid-19 los ha hecho más conscientes del impacto ambiental de los coches de combustión.
- El atractivo de los coches eléctricos se ha incrementado y los consumidores lo vinculan al “estatus social” y a un “aura de lujo”. Casi la mitad de la población europea (44%) aspira a tener uno, y de ellos el 45% prevé comprarlo en los próximos tres años.
- Por otro lado, los encuestados consideran al coche eléctrico como la mejor solución para reducir el impacto ambiental de la conducción. Así lo afirman el 68% de los españoles. En Alemania ese % solo es del 32%, al ser un mercado más maduro con mayor cantidad de coches eléctricos en el parque de automóviles, y considerar los efectos negativos de las baterías (cambios cada 4-5 años, residuos, litio…).
- A pesar de que la pandemia ha hecho que los consumidores estén más abiertos a desarrollar todo el proceso de compra de un coche online (36%), se sigue valorando mucho (66%) el consejo humano como factor de confianza.
Automotive Innovation Lab
El Automotive Innovation Lab (AIL) es un espacio colaborativo de investigación, análisis y debate sobre el futuro de la automoción, reuniendo a Accenture Interactive, Atresmedia, Automobile Barcelona, Droga5, Google, Grupo Antolín, IESE, RACC, SEAT SA y Shackleton.
AIL apuesta por reunir algunas de las compañías más innovadoras e interesadas en el futuro de la automoción para hacer frente a los retos de los próximos años y entender cómo será la relación entre las personas y los automóviles.
El Automotive Innovation Lab trabajará en cuatro áreas:
- “Research”. Profundiza en la realidad social, perceptiva, declarativa, digital y de mercado, para obtener una visión certera del consumidor y su contexto.
- “Data”. Identifica cuáles son los datos que predicen, cuáles los que confirman, y cuáles los que segmentan, en el nuevo contexto cookieless.
- “Insights”. Busca nuevos caminos, nuevos puntos de conexión y nuevas necesidades a las que dar respuesta.
- “Inspiration”. Escucha y sigue atentamente los nuevos comportamientos y tendencias de consumo y las nuevas iniciativas puestas en marcha en otras industrias.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe