Es innegable que el Citroën Ami de 1961 es muy diferente al Ami eléctrico actual, incluso al tipo de personas al que va dirigido. Sin embargo, comparten algunos rasgos, más allá del nombre – Amigo -, empezando por el diseño fuera de lo común, innovador. Asimismo, su enfoque como respuesta a las necesidades de un segmento concreto de mercado.
Han pasado más de 40 años desde que Citroën dejó de fabricar el Ami. Sin embargo, quiso recuperar su nombre para un vehículo muy distinto, pero de aspecto sorprendente, como el anterior. La propia marca indica que puede parecer que un turismo de gama media y un eléctrico no tienen nada en común. Sin embargo, añaden, comparten ciertas características.
Empezando porque, tanto el Citroën Ami 6 como el Citroën Ami actual han nacido para cubrir nuevas necesidades y demandas de las personas. Además, llegan con un diseño fuera de lo habitual.
Citroën presentó el concept, Ami One, en el Salón de Ginebra de 2019. Y, después, estuvimos en la presentación internacional del coche en París y, desde nuestra perspectiva, el Ami eléctrico es un vehículo revolucionario.
Ami de 1961
En el caso del modelo de 1961, su objetivo era introducir a la marca en la gama media del mercado. Entonces, Citroën tenía modelos que eran todo un icono; en la categoría de coches económicos y populares, el 2 CV; en la categoría de coches de lujo, el DS.
Además, entonces quería salir al encuentro de las conductoras, que empezaban a sentarse al volante.
En aquel momento, Citroën encargó al mítico diseñador Flaminio Bertoni el diseño del Ami-6. Lo cierto es que el personaje fue capaz de hacer algunos de los diseños más radicales para los coches de la época. Y siempre tuvieron un gran éxito.
Para el Ami de 1961, dibujó y esculpió la luna trasera con un ángulo totalmente invertido al que se suele utilizar habitualmente. De este modo, las personas que viajaban en la parte trasera disfrutaban del máximo espacio. Eso sin perder la estructura de carrocería de tres cuerpos con un amplio espacio de carga. Y todo ello en sólo 4 metros de longitud.
En cuanto a estilo, rompió paradigmas con la incorporación de faros rectangulares en una época en la que todos los grupos ópticos eran redondos.
Entre los años 1961 y 1969, en los que estuvo a la venta el Ami-6, se calcula que Citroën vendió cerca de 1,040.000 unidades. Después, la marca lanzó una nueva versión mejorada, el Ami-8. Ambos incorporaban un motor de dos cilindros, refrigerados por aire.
Además, y también basados en el original: el Ami M-35, un coupé con motor rotativo; el Ami Súper, con motor de cuatro cilindros.
Ami eléctrico
Actualmente, el Citroën Ami eléctrico responde a las necesidades de una movilidad urbana ágil y sostenible. Y como el de 1961, el actual también rompe esquemas, acercando la movilidad eléctrica a todas las personas.
El coche no requiere permiso de conducir y se adapta a muy distintas necesidades: soluciones de carsharing; alquiler de larga duración; o propiedad.
Como el Ami de hace 60 años, tiene un diseño único en el exterior, asegurando igualmente el confort interior. Sus amplias superficies acristaladas y su techo panorámico permiten disfrutar de la ciudad en 360˚ en un habitáculo cómodo, cerrado y climatizado.
La configuración de sus dos asientos y sus zonas de almacenaje situadas bajo los pies de la persona que conduce y en la parte trasera permiten aprovechar el espacio de un modo óptimo.
En el apartado estético y de personalización, el Ami 6 ofrecía una amplia gama de tapicerías para los asientos. Ahora, el Ami eléctrico dispone de opciones de personalización capaz de adaptar el coche a diferentes gustos y a cada personalidad. Y según Citroën: