Blink Charging presenta una solución para eliminar los problemas de autonomía ante viajes largos: un cargador portátil que permite recargar las baterías en cualquier momento o lugar. Dicho así suena muy bien, pero tiene un inconveniente: ¡pesa 160 kilos!
Acabar con el miedo a la falta de autonomía es una de las grandes batallas de los fabricantes de coches eléctricos. Cuentan en su lucha con la ayuda de la industria auxiliar que desarrolla nuevas tecnologías para que los enchufables puedan aumentar su y alcance.
Hace unas semanas presentábamos EP Tender, un remolque hace las veces de cargador portátil y se puede alquilar por 34 euros al día. La idea de Blink Charging es parecida, solo que el cargador va dentro del coche lo cual es, a la vez, su mayor inconveniente.
El cargador portátil de coches que pesa 160 kilos
Blink Charging ha creado una estación de carga móvil que no necesita ni ser anclado en la pared ni conectarse a una toma de corriente como los Wallbox convencionales.
Con esta descripción la pregunta es: ¿cómo consigue la energía? Pues por extraño que resulte que para producir electricidad este cargador portátil utiliza un tanque de 41,2 litros de gasolina, de ahí que sea todo lo contrario a liviano.
Con estas dimensiones, parece que la idea es más compatible para el uso de empresas que quieran ofrecer la carga in situ como un valor añadido a sus clientes que para particulares dispuestos a viajar con este armatoste de 160 kilos en el maletero (pero si alguien quiere, podrá hacerlo).
El cargador portátil de Blink ofrece una carga de 240 V en corriente alterna, con una capacidad de hasta 9,6 kW. A esta velocidad de carga, el coche podría aumentar su autonomía alrededor de 1,6 kilómetros por minuto, lo que le permitiría llegar a la estación de carga más cercana.
A su favor: que no necesita ningún tipo de instalación y que puede ser usado por coches de todas las marcas. Todavía no se ha sido el precio de este cargador, pero algunas fuentes apuntan a que podría rondar los 6.000 euros.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe