Krummen Kerzers, una empresa de transporte suiza, ha probado que es posible realizar una larga ruta por Europa en un camión eléctrico de 40 toneladas
Balint Schnell partió de Zúrich con dirección a Valencia para traer de vuelta a Suiza un cargamento de 20 toneladas de naranjas. Su camión, un Volvo FH Electric, tuvo que ser recargado numerosas veces durante la ruta, de 3.000 kilómetros, pero probó que la movilidad eléctrica ya es posible en el transporte de mercancías por carretera.
Peter Krummen, codirector general de Krummen Kerzers, la empresa propietaria del camión, declaró que “El viaje a España establece nuevos estándares. Estamos seguros de que los camiones eléctricos serán parte de la vida cotidiana en viajes largos dentro de unos años”.
Pero la realidad es que por el momento realizar este tipo de viaje en un camión 100 % eléctrico no es sencillo. El Volvo FH Electric tiene una autonomía máxima de 300 kilómetros, lo que obliga a planificar meticulosamente las paradas, especialmente durante los últimos 450 kilómetros que separan Zúrich de la población valenciana de Canals, donde se encuentra La Casa del Mas, el productor ecológico de las naranjas transportadas en este viaje.
Escasez de puntos de carga
Para llevar a cabo esta proeza, se planteó el viaje buscando los puntos de carga en Internet. Teóricamente era sencillo, salvo por la escasa densidad de electrolineras que hay en la red española, a lo que se añadía la dificultad de acceder a muchas de ellas en un camión articulado de 40 toneladas.
De hecho, los camioneros españoles a los que se les pidió consejo desestimaron claramente la idea, e incluso se previó la posibilidad de que alguno de ellos tuviera que acudir al rescate con su cabeza tractora diésel en el caso de que el camión de Balint se quedara sin batería.
Pero aunque el viaje fuera teóricamente posible, había que disponer siempre de un plan B, ya que en alguna ocasión el poste de carga elegido no funcionaba y era necesario poder llegar a un punto alternativo.
Además, con un camión de amplia superficie frontal y 40 toneladas, controlar el consumo no es sencillo si no tienes muy en cuenta la orografía y el viento frontal, que pueden arruinar la autonomía fácilmente.
Cuestión de sincronización
Por otra parte, hay que sincronizar los momentos de “repostaje” eléctrico con los periodos de descanso y tratar de evitar en lo posible que el viaje se alargue mucho más de lo necesario.
Así, el viaje de Balin le llevó solamente un día extra respecto a lo que habría supuesto el mismo desplazamiento con un camión diésel, si bien el coste de la energía fue más elevado, por no hablar del tiempo invertido en la planificación de la ruta, que corrió a cargo de Peter Krummen, quien también monitorizó remotamente el estado del camión eléctrico.
Evidentemente, a día de hoy aún no hay camiones con suficiente autonomía ni una red de recarga debidamente desarrollada para realizar estos desplazamientos con normalidad, pero probar que es posible hacerlo ya es todo un hito.
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Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.