La innovadora empresa Lyten, líder en el campo de los supermateriales, ha hecho oficial el envío de las unidades piloto de su revolucionaria batería de litio-azufre a Stellantis. Con esta batería se elimina la necesidad de minerales críticos, reduciendo significativamente la huella de carbono.
Y es que hace alrededor de un año se daba a conocer la noticia sobre la decisión de Stellantis de invertir en una firma especializada en la investigación y desarrollo de tecnologías relacionadas con supermateriales. Se refería a Lyten, que tiene su sede en Silicon Valley, en Estados Unidos.
Se trata de una empresa emergente que ha creado el supermaterial conocido como Lyten 3D Graphene. Este material se obtiene capturando moléculas de carbono del gas natural, y posee una mayor reactividad química en comparación con el grafeno bidimensional. Esto se traduce en ventajas significativas en términos de ligereza, conductividad y resistencia.
La batería de litio-azufre de Stellantis
A pesar de que la mayoría de los esfuerzos se concentran en desarrollar baterías de sodio o en acelerar la llegada al mercado de las baterías de estado sólido, Stellantis ya está explorando este camino alternativo en colaboración con Lyten. Y la asociación entre Lyten y Stellantis ya está dando sus primeros frutos, con el envío de las primeras unidades de prueba de su batería de litio-azufre (Li-S) a Stellantis y a otros fabricantes estadounidenses.
Las ventajas de las futuras baterías litio-azufre de Stellantis con grafeno 3D
Estas unidades, con una capacidad de 6,5 amperios y presentadas en formato de bolsa, representan el primer paso hacia una batería que promete ventajas considerables sobre las tradicionales de litio. Para finales de año, Lyten tiene previsto enviar las unidades en formato cilíndrico. A pesar de que la tecnología de la batería de litio-azufre no ha sido ampliamente explorada debido a sus posibles limitaciones en estabilidad y vida útil, Lyten ha logrado superar estos desafíos mediante el uso de su estructura patentada de grafeno 3D.
Esta estructura se incorpora en el cátodo, mejorando tanto la estabilidad como la conductividad de la batería, y eliminando el efecto negativo del polisulfuro, que suele provocar una pérdida de capacidad. Además, el ánodo de metal de litio, en lugar del grafito utilizado tradicionalmente, mejora la estabilidad y la eficiencia de la batería, al tiempo que aumenta su densidad energética y reduce su degradación.
Una batería mucho más sostenible
El simple hecho de reducir el uso de materiales costosos y escasos como el litio y el grafito ya aporta un valor añadido en términos de sostenibilidad a esta nueva batería de litio-azufre. Además, el producto de Lyten prescinde de minerales críticos como el níquel, el cobalto y el manganeso en el cátodo, lo que permite una reducción del 65 % en la huella de carbono en comparación con las baterías convencionales de litio.
Este enfoque también tiene un impacto positivo en el ámbito comercial, al reducir la dependencia de China en el refinado y suministro de estos materiales en un mercado dominado por el gigante asiático.
Chrysler anunció el pasado mes de febrero que incorporaría las baterías de litio-azufre en el EV Halcyon, un automóvil conceptual de la marca perteneciente al Grupo Stellantis. Además, el Departamento de Energía de Estados Unidos ha otorgado a Lyten una inversión de cuatro millones de dólares para acelerar el desarrollo de estas baterías.
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Belén Valdehita es una periodista madrileña con más de 25 años de experiencia. Cursó los estudios de periodismo en el Centro de Estudios Universitarios San Pablo CEU. Actualmente colabora como redactora de contenidos freelance para webs como Hoteles.net, Tiempo.com o movilidadelectrica.com
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