Pasado el terrible 2022, en lo que al contexto económico se refiere, Volkswagen AG ha anunciado unos resultados económicos muy sólidos. En total, las marcas del Grupo Volkswagen acumularon 8,3 millones de ventas, un 1% menos, pero el beneficio operativo creció hasta 22.500 millones de euros, un 13% más que en 2021.
No es la primera ni la última gran empresa que, aunque ha vendido menos unidades, ha ganado más dinero. La primera cifra que nos explica esto es el dato de facturación, lo que ha ingresado por ventas, 279.000 millones de euros. Esa cifra es un 12% superior a la de 2021, lo que se traduce en que el precio medio por vehículo vendido fue más alto.
7 de cada 100 ventas correspondieron a coches eléctricos, o lo que es lo mismo, 572.100 unidades o un 26% más de volumen. Los tres modelos más vendidos fueron Volkswagen ID.4/ID.5 (193.200 uds), Volkswagen ID.3 (76.600 uds) y Škoda Enyaq iV/Enyaq iV Coupé (53.700 uds). En 2023 esperan que la décima parte de sus ventas correspondan solo a coches eléctricos, ya que 16 de cada 100 pedidos ya son así.
Desde el año pasado, el Volkswagen ID.4/ID.5 es un modelo global, ya que se produce simultáneamente en Europa, Estados Unidos y China. En el país asiático las entregas de coches eléctricos de Volkswagen aumentaron un notable 68%, y si contamos únicamente la familia ID (ID.3, ID.4 e ID.6), fueron más del doble que en 2021 (+102,9%).
Solo para este año hay planificados unos cuantos lanzamientos: nuevo Volkswagen ID.3 (ya presentado), ID.7, ID. Buzz de batalla larga, CUPRA Tavascan y Audi Q8 e-tron (reemplazo del e-tron “a secas”). Contando todas sus marcas, Volkswagen acumula 1,8 millones de pedidos. Confían en que las restricciones de suministro se vayan aliviando, y es que 2022 fue un año bastante negativo en ese sentido.
Aunque ya había tensión en la cadena de suministro antes de la invasión rusa de Ucrania, la situación empeoró a partir de febrero, ya que algunos de sus proveedores estaban en el país invadido y hubo que paralizar la producción forzosamente. Como resultado inmediato, varias fábricas tuvieron que dejar de trabajar ante la falta de piezas.
Los componentes que dejaron de llegar eran críticos, cableado interno, intensivos en mano de obra y difíciles de automatizar o relocalizar en otros lugares. Los proveedores consiguieron reanudar el trabajo según se volvió a desplazar el frente hacia el este. De hecho, algunos modelos dejaron de aceptar nuevos pedidos porque ya estaba vendida toda la producción prevista del año, caso de algunos híbridos enchufables.
Gracias a la inyección capital de la oferta pública de acciones de Porsche AG, la matriz de Volkswagen pudo ampliar la liquidez de su negocio de automoción en 43.000 millones de euros. En parte, financiarán el despliegue previsto de 180.000 millones de euros entre 2023 y 2027 para múltiples frentes, como la producción masiva de baterías, nuevos modelos, digitalización, software…
Mientras Volkswagen siga teniendo más pedidos de los que puede atender, no hay que esperar reducciones en sus precios. Es simple oferta y demanda. Eufemísticamente, lo denominaron “disciplina de precios”.