Pese a la progresiva adopción del coche eléctrico en nuestras carreteras, el tiempo de carga y, sobre todo, la autonomía, siguen siendo las dos grandes barreras a superar para convencer a los escépticos. Las plataformas de 800 voltios y las ventajas que aportan podrían acabar con el debate de una vez por todas.
Uno de los aspectos en el que los fabricantes están dedicando más esfuerzos es en la mejora de la densidad energética de la batería. Así, con baterías del mismo tamaño, se podría entregar más energía, traducida en una mayor autonomía. Sin embargo, no se trata de un proceso fácil. Hasta ahora, los eléctricos con mayor autonomía son aquellos que superan los 400 kilómetros y que equipan baterías de entre 80 y 100 kWh. Parece que, por lo menos en el corto plazo, aquí se encuentra el tope.
En este ámbito, las baterías en estado sólido tienen mucho que decir. La principal ventaja de estas baterías es que son capaces de almacenar más energía haciendo uso de una cantidad mucho menor de materiales. No obstante, conviene recordar que, aunque las baterías de estado sólido requieron hasta un 35% más de litio que en la actual tecnología de iones de litio, se utiliza menos grafito y cobalto. Ejemplo de las bondades de este tipo de baterías es el Nio ET7, que ha realizado pruebas en las que el vehículo ha sido capaz de superar los 1.000 kilómetros de autonomía. Eso sí, con una gran batería de 150 kWh.
Como es frecuente, no es oro todo lo que reluce, y es que este tipo de baterías tiene un coste altísimo que se traslada al cliente, por lo que, en el corto plazo, no serán muy frecuentes en otros modelos.
Segunda vía: optimizar el tiempo de recarga
La fabricación de baterías con altas densidades energéticas es una corriente en la que se está trabajando de forma concienzuda pero, como hemos mencionado, su coste es todavía demasiado alto.
En este sentido, la segunda vía que se presenta para acabar con el escepticisimo a la hora de comprar un coche eléctrico es conseguir reducir de forma significativa los tiempos de recarga. De igual manera, los avances en este campo comenzarán a verse en eléctricos de altos precios en primera instancia.
Parece que las herramientas más útiles para reducir los tiempos de recarga serán las plataformas de 800 voltios, equipadas ya en modelos como el Kia EV6, el Audi e-tron GT, el Hyundai Ioniq 5 y el Porsche Taycan. Gracias a ellas, los modelos de Kia y Hyundai son capaces de recibir recargas hasta 240 kW de potencia, haciendo posible una recarga del 0% al 80% en unos 18 minutos. Por su parte, los modelos de Porsche y Audi admiten potencias no superiores a 270 kW.
Autonomía o velocidad de carga, ¿qué importa más en un coche eléctrico?
Ventajas de las plataformas de 800 voltios
En primer lugar, la admisión de cargas a potencias muy altas es la ventaja a tener más en cuenta en las plataformas de 800 voltios. Si las actuales plataformas de 400 voltios, equipadas en multitud de eléctricos, son capaces de recibir un máximo de 200 kW, las plataformas de 800V podrían alcanzar los 400 kW.
En tiempos de carga, la tecnología de 800 voltios permite, en un cargador de 350 kW, cargar el vehículo hasta el 80% en 18 minutos. Respecto a la carga de 400 habitual de 400 V, supone una mejora notable, ya que esta podría demorarse entre 30 minutos y una hora. Además, sólo requiere 4,5 minutos de carga de alta potencia para proporcionar más de 100 kilómetros de autonomía.
Por el momento, no existen muchos cargadores en España que suministren electricidad con potencias superiores a los 300 kW. Por el momento, solo Repsol y Ionity pueden ofrecer 350 kW.
Otra de las ventajas de estas plataformas radica en el ahorro, tanto en la fabricación del vehículo como en el sistema de carga. No en vano, los fabricantes apuntan que los modelos con tecnología de 800 voltios emplean menos cobre en el cableado, ya que se hace uso de cables más delgados.
Además, los vehículos cuentan con un mayor espacio de almacenamiento, ya que los cables de carga ocupan menos y tienen un peso inferior a los que encontramos en modelos con tecnología de 400 V.
Algunas de las marcas más relevantes a nivel mundial, como Stellantis, BMW, Mercedes o Xpeng, ya se encuentran elaborando planes para trabajar con plataformas de 800 voltios en sus nuevos modelos.
Te puede interesar
- El coche eléctrico que merecemos: autonomía de 1.000 km, recargas en cinco minutos y un consumo de risa
- 7 coches eléctricos con los que (dicen) podrás recorrer hasta 500 km sin recargar
- Cargar un coche eléctrico: cuánto cuesta, cuánto tarda y todo lo que necesitas saber