La segunda edición del Barómetro sobre Vehículo Autónomo y Conectado de ANFAC concluye que España debe desarrollar una normativa para permitir el uso de vehículos autónomos de nivel SAE 4 o superior.
Este análisis de carácter anual mide el desarrollo de las tecnologías relacionadas con la movilidad autónoma y conectada en España y trata de orientar al sector sobre el ritmo en que se encuentra. De igual manera. Así, el barómetro arroja que la tecnología presente, tanto en la oferta actual como en el potencial desarrollo de estos, permite la inclusión de niveles de autonomía por encima del nivel SAE 2, marcado actualmente por la regulación en España. Esto ya se da en vecinos europeos como Francia y Alemania.
Niveles de autonomía
Tal y como se destaca en el barómetro, todos los tipos de vehículos ya disponen de oferta con nivel SAE 2, destacando el caso de los turismos con un 75% de la oferta actual y con un enfoque en la incorporación de funcionalidades orientadas a la mejora de la seguridad vial, garantizando la protección de usuarios y peatones.
De igual manera, los resultados del barómetro señalan que las marcas ya pueden implementar en sus vehículos tecnología a partir de SAE 3, por encima de la regulación actual. En este sentido, cabe destacar que la regulación europea de homologación adaptó, de la mano del Reglamento General de Seguridad, los requerimientos hasta la conducción “parcialmente automatizada” o el nivel SAE 2, con la incorporación de los sistemas de seguridad de asistencia a la conducción (ADAS) que contribuyen a la mejora de la seguridad activa (AEBS, ESP, ISA, …), pasiva (ISOFIX, airbags, diseño del habitáculo de la cabina, …) y terciaria (eCall, EDR, …). El avance técnico realizado por los fabricantes ha ido por delante de la regulación, permitiendo, en los últimos años, incorporar nuevas funciones que, en conjunto, van más allá de SAE 2, pero sin llegar a ser un nivel SAE 3.
José López-Tafall, director general de ANFAC ha señalado:
“Es primordial que España avance para poder convertirse en una referencia del vehículo autónomo y conectado. El esfuerzo realizado por los fabricantes ha de venir acompasado por el desarrollo normativo. De nada sirve que los fabricantes sean capaces de contar con la tecnología suficiente para poder producir modelos con los más altos niveles de automatización, si luego no pueden circular por nuestras carreteras porque no existe un marco normativo que lo habilite. Este barómetro pone de relieve que la conectividad y la automatización de los vehículos son ya una realidad palpable, pero necesitamos una norma que permita circular vehículos altamente autónomos, con un SAE 4, tal y como están persiguiendo países como Alemania o Francia”.
Por su parte, Susana Gómez, subdirectora adjunta de vehículos de la DGT ha destacado que “somos conscientes de la necesidad regulatoria, por eso una vez que la Unión Europea publicó el Reglamento relativo a las normas de homologación de vehículos totalmente automatizados, la DGT ha redactado el proyecto de RD de circulación de vehículos automatizados. El pasado 9 de junio ya se publicó la consulta pública relativa a la puesta en servicio de vehículos totalmente automatizados (niveles 4 y 5) y esperamos en breve poder publicar el texto completo del borrador del RD dentro del trámite de audiencia e información pública con la finalidad de que el reglamento se apruebe a lo largo de 2024”.
Por otro lado, Gómez ha insistido en que para la implantación de los vehículos autónomos, es necesaria la renovación del parque de vehículos, ya que España cuenta con una antigüedad media superior a trece años y medio.
Vehículos autónomos en España
En su barómetro, ANFAC persigue establecer una comparativa real y fiable entre los distintos modelos de vehículos. Para ello, se han abordado tres aspectos diferentes: Indicador de nivel potencial de autonomía, indicador de nivel de autonomía real de la oferta e indicador de funcionalidades de autonomía incorporadas en la oferta.
ANFAC concluye que España no dispone de un marco regulatorio para poder circular con un nivel de autonomía SAE 4 o superior. Por ello, los resultados de este barómetro quedan supeditados a dicha regulación normativa ya que, aunque los fabricantes sean capaces de comercializar vehículos con niveles de autonomía superiores, estos no pueden circular por las carreteras españolas.
Si atendemos al nivel de autonomía potencial del mercado, se observa que es el mercado de turismos el que está a la vanguardia en este proceso. En concreto, cuenta con una puntuación de nivel de autonomía potencial de 3,1 sobre 5 y un 66,7% de vehículos ofertados que podrían llegar a un nivel parcial de automatización (SAE 2 o SAE 3) si las condiciones fuesen las óptimas En los comerciales ligeros, los resultados varían ligeramente, con una puntuación de 2,8 sobre 5 y un 58% de los vehículos que podrían ofertarse en nivel SAE 2 o SAE 3. Es destacable que, en ambos casos, más del 30% de la oferta comercial podría alcanzar un estado potencial de automatización muy avanzado (SAE 4 o SAE 5), pues ya existen marcas con capacidad para ello.
Nivel de autonomía real en los vehículos disponibles en España
El nivel de autonomía real para los turismos actualmente es matoritariamente de SAE 2, representando el 75% de los modelos. El máximo disponible es el SAE 3, con un 18% de los modelos disponibles.
En el top 10 de funcionalidades, destacan en los primeros lugares el sistema de control de presión de los neumáticos (incorporado en la totalidad de los modelos, pues es obligatorio desde noviembre de 2014), el sistema avanzado de frenado de emergencia (94,7% de los vehículos) y el sistema de advertencia de abandono de carril (89,1%).
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