El Tesla Shooting es la versión familiar no oficial del Tesla Model S. Es obra de un carrocero holandés que le dio forma por encargo de un cliente apasionado de los coches eléctricos y las carrocerías familiares. Ahora busca fama en el Salón de Ginebra.
Estamos acostumbrados a que en los salones del automóvil haya casi tantos prototipos como modelos de producción. Los primeros gustan porque hacen soñar con formas o tecnologías que, quizá, nunca veremos en las carreteras; los segundos, nos devuelven al mundo real.
El Tesla Shooting Brake que ha confirmado su presencia en el Salón de Ginebra 2019 es una rara avis porque está a caballo entre los dos grupos. No es un concept car, pero, de momento, no hay no se va a convertir en coche de calle, aunque esto es justo lo que busca su creador.
El Tesla Shooting Brake o, lo que es lo mismo, la versión familiar del Tesla Model S no es un producto oficial. Quiere esto decir que no ha surgido ni de las mentes pensantes ni de las líneas de trabajo de Tesla en Palo Alto.
Su creador es un afamado carrocero holandés conocido como RemetzCar que lo diseñó a petición de un cliente. Así, en pasado, porque el Tesla Model S familiar no es nuevo, incluso es posible que lo hayas visto en alguna ocasión. Si se presenta en Ginebra no es como novedad, sino para conseguir los apoyos que no tuvo en su momento para dar el salto a la producción a gran escala.
En este vídeo puedes verlo con más detalle:
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Así se fabricó el Tesla Shooting Brake
RemetzCar es una empresa especializada en creación de limusinas a partir de coches convencionales que ya contaba en su currículum con un experimento llevado a cabo en 2016, en el que transformó un Tesla Model S en un coche fúnebre.
Para dar forma al Tesla Shooting Brake, comenzaron por diseñar unos bocetos en 3D en los que pusieron especial cuidado en dar forma a la nueva línea de techo, las ventanillas traseras o el portón trasero y su forma de apertura.
Del papel a la realidad, el primer paso fue colocar la nueva estructura de chasis, los paneles de aluminio, las ventanillas, el rediseñado pilar C, el alerón y la tercera luz de freno, todo de manera completamente artesanal.
Una vez terminadas las conexiones eléctricas y el interior, se comprobó cuanto se había afectado a la aerodinámica y se terminó de pintar en color verde.
Comprador convertido en empresario
Con la obra terminada, RemetzCar calculó que podrían fabricar 20 unidades, pero sus planes se truncaron cuando se vieron obligados a declararse en bancarrota.
El Tesla Shooting Brake que habían fabricado para este cliente se quedó como modelo único.
Ahora es él quien retoma el proyecto. Ha creado una página web con varias imágenes del coche en la que, además, explica que la conversión básica de la carrocería para convertir el Tesla Model S en Shooting Brake tiene un precio de 106.953 euros.
El nuevo impulsor del Tesla Shooting Brake, un apasionado de los coches eléctrico llamado Floris de Raadt ha sido quien ha reservado un espacio en el Salón de Ginebra para mostrar su coche. De esta forma espera captar nuevos clientes y que el suyo deje de ser una rara avis.
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Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe